Florentino Duran
florentino.duran@listindiario.com
El Seíbo,- La
producción de miel, ese regalo sabroso, saludable y beneficioso que llega de la
madre naturaleza, está en peligro, camino a su desaparición en los centros
comerciales, debido a la merma de las colmenas y crianza de abejas en pueblos
de la región Este.
La disminución se
viene registrando desde hace varios años, pero cada día se torna más crítica fruto de que reconocidos productores se han alejado del
negocio o se han reducido a su mínima expresión, sin que parezca advertirse el
daño, ni hacerse nada para frenarlo.
Al respecto Marcos
Zorrilla, un experto en apiarios, quien se inició en esos menesteres para el
1950, considera que la situación “es verdaderamente crítica y preocupante”. De
producir 80 cajas que llenaban 5 tanques de 55 galones, solo le quedan unas dos
cajas y con tendencia a reducirse, lo cual plantea uno de los peores momentos
en la producción apícola.
Se cree que la
tendencia a la baja tiene su origen en la deforestación, la cual retrasa la
polinización. También se citan las ondas de los celulares, que al coincidir en
frecuencia evitan que regresen a su lugar de origen, lo cual analizan los
expertos y los efectos de una bacteria.
Zorrilla recuerda los
tiempos de Marcelino Ciprián en 1989, uno de los mayores productores de la
década pasada y cómo se comercializaban hacia otras zonas del país, en cuyo
negocio eran reconocidos; Chichí Vidal y Ramón Santana en Los Corazones; Antonia Reyes de Las Cuchillas; Juan Mariano
de El Cuey y Luis Berroa, que tenía 50 cajas en El Seibo.
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