Por El Nuevo Diario
Juan Tomás Monegro, viceministro dominicano de Desarrollo Industrial. |
LA HABANA, CUBA.- La formación de una comunidad de
actores que gestione la innovación de la política tecnológica debe estar dotada
de la adecuada inteligencia emocional y racional para operar en función de la
creación de sinergia, entendida como un bien público al servicio de la
innovación, afirmó Juan Tomás Monegro, viceministro dominicano de Desarrollo
Industrial.
Al participar como exponente en el panel que abordó el tema “Inversiones,
tecnologías y productividad para el desarrollo sostenible”, durante el seminario
“La ineficiencia de la desigualdad” que celebra la CEPAL en La Habana, Monegro,
en representación del ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, señaló que
se requiere construir más y mejores capacidades, incluida la disposición
de sistemas de información adecuados, para el diseño, regulación, desarrollo y
seguimiento de las políticas de desarrollo tecnológico.
Las sesiones del seminario de alto nivel se realizan como
parte del “Trigésimo Séptimo Período de Sesiones” de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL), en el que participó el presidente de Cuba,
Miguel Díaz-Canel y están presentes representantes de más de 40 países.
“Se precisa más y
mejor articulación entre la política industrial y la política tecnológica”, expresó
el ejecutivo del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, quien agregó que
la política de innovación tecnológica debe verse “como un componente sustantivo
de la política industrial. Es lo que uno puede apreciar en casos exitosos y
admirables, como los de Corea y Taiwán”, agregó Monegro, de acuerdo a una nota
de la Dirección de Comunicaciones del MICM.
Monegro manifestó que la institucionalidad existente hay
que reforzarla para construir un ecosistema que sea propiciador e inductor
efectivo, según nota de la Dirección de Comunicaciones.
Se refiere a un sistema que sea capaz de gestionar la
realización de la voluntad-país de “hacer lo que nunca se hizo” para construir
capacidades para aprender, para adaptar, para asimilar y para aplicarla
innovación en el desarrollo productivo.
“La edificación de
buena gobernanza de la cosa es un pendiente fundamental en la política
tecnológica y de innovación en República Dominicana”, expresó el Viceministro,
para agregar que pese al crecimiento superior al 5% anual obtenido por casi
tres décadas, que colocó el PIB en 76,000 millones de dólares 2017, no se puede
descuidar la actualización tecnológica.
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