Un momento de la Convención del PP en Sevilla. Rajoy, en el centro. FOTO: Paco Puentes/El País. |
Por Antonio Martín Beaumont
“Fuego amigo” y “hogueras inquisitoriales” van a ser
expresiones muy presentes en el Partido Popular ahora que la carrera por la
sucesión está en marcha.
Habiéndose celebrado en Sevilla su Convención Nacional,
decir que al Partido Popular parecen haberle echado una maldición suena a
tópico. Pero… ¡vaya mala suerte tiene el PP en sus solemnidades! ¡Con lo
orgulloso que estaba el coordinador, Fernando Martínez-Maíllo, con el acierto
de la encina como logo! Árbol, desde luego, de hoja perenne… aunque de dehesa.
Parecería que una mano negra escribe por orden de alguien
los guiones que chafan los eventos del PP.
Puigdemont y Cifuentes han sido esta vez las piedras en el camino con
las que se han topado. El ridículo español ante la Justicia alemana ha sido
mayúsculo, por injusta que sea la decisión y por más que queramos, rotos de
indignación, rasgarnos las vestiduras.
“A ver, explícame,
¿cómo es posible que con una información tan trascendente como la excarcelación
del expresident catalán, los medios deis mayor relieve al dichoso máster de
Cifuentes?", me preguntaba, algo indignado, un mandatario popular.
"¡Pues menos mal para vosotros que es así!",
pensé para mis adentros. Porque considero que la noticia políticamente más
dañina para el Gobierno, y con mayor recorrido de desgaste para las siglas del
partido, son los nones de los jueces germánicos al juez Llarena. Aunque se
insista en que “son cuestiones entre jueces”, la presión se tornará insufrible
para Mariano Rajoy y la “agenda catalana” de La Moncloa según avancen los días,
con un independentismo al que esto ha dado alas.
Cosa distinta es si la “chocante” casi-unanimidad
mediática contra la presidenta de Madrid tiene alguna causa. Eso sí merecería
la pena analizarlo.
Ciertamente, el PP es un partido propenso a ver tramas en
su contra para acabar con la carrera de sus dirigentes o recortar su estancia
en el poder. “Quieren ganarnos por otros medios lo que no son capaces de ganar
en las urnas”: es una queja habitual entre genoveses, por más que en buena
parte de los casos las cosas sean más sencillas y para explicarlas no sea
necesario echar mano de imbricadas teorías conspiratorias.
De cualquier modo, aunque no crea mucho en las meigas
“haberlas haylas”. Y en este país ya hemos visto demasiados dosieres inventados
de principio a fin.
Con todo, “fuego amigo” y “hogueras inquisitoriales” van
a ser expresiones muy presentes en el PP ahora que la carrera por la sucesión
está en marcha. Aunque sea como “hipótesis más verosímil”.
En los pasillos del hotel Barceló de la capital
hispalense las idas y venidas con periodistas de la vicepresidenta, Soraya
Sáenz de Santamaría y su jefa de gabinete, María Picó, han acaparado las
miradas de los desplazados.
A fin de cuentas, la encuesta este domingo en La Razón,
señalándola como preferida entre los votantes del PP para suceder a Rajoy, la
pone delante del foco.
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