Por Daygorod Fabián Sánchez - almomento.net
El autor es educador reside en Villa Vásquez.
El galanteo subrepticio usado para enamorar a la
población e insertar en el espectro político las primarias abiertas, cada día
toma nuevos empujes. El primer paso efectuado fue su aprobación, sin consenso
gomígrafo, en la Cámara Alta. Este mismo proceso espera ver su clímax en la
Cámara Baja (Diputados) con la salvedad de que los acuerdos implícitos entre
Leonel y la oposición pueden servir de muro de contención al exceso Danilista.
No nos hemos detenido a pensar que la estrategia
Danilista, más allá de buscar una repostulación presidencial, es darle largas a
la aprobación de la Ley de Partidos políticos y Electoral, por el mero hecho de
que ningún partido (ni grandes ni pequeños) desean supervisión con respecto de
su manejo ni de los fondos que perciben.
Notemos que la cadencia esgrimida por las denominadas
bocinas del gobierno, es repetitiva cada cierto tiempo, con el único propósito
de distraernos de temas que en verdad merecen atención, como es el caso de la
corrupción, impunidad y transparencia en el manejo de los fondos del erario
público.
El éxito electoral de Danilo Medina estriba en que sus
adversarios lo han subestimado (como bien dice Guido Gómez Mazara), pero en
esta coyuntura política no es ese el caso, los ojos están colocados a las
piruetas constitucionales que pretendería hacer el Presidente, sus pasos son
bien vigilados y las señas están bien leídas, como lanzador malo, que solo
tiene un picheo.
El error radica en pensar que Danilo es mal lanzador,
nadie con el control del gobierno (desde el punto de vista clientelar), pierde
juegos por falta de estrategias o recursos. Lo que intento decir es que en la
lucha por el poder se gana o se hacen acuerdos en los que también se gana.
Es evidente de que Medina ha analizado lo que les está
pasando a sus congéneres (o ex)
latinoamericanos y suramericanos. Todos están huyendo en calidad de
prófugos de la ley o encarcelados, por sus vínculos con el mismo hecho:
Odebrecht. De manera que colocar las
primarias abiertas en el centro del debate nacional garantiza cierto nivel de
respiro jurídico para el Presidente.
En primer orden, si las primarias son aprobadas, es
indudable que más adelante con la fuerza del dinero y del gobierno Danilo
impondría su candidatura a lo interno del PLD, por la simple razón de que todos
podrán votar, a pesar de que él mismo conoce las consecuencias de esa
estratagema.
En segunda instancia sino logra su finalidad con el
asunto de las primarias abiertas, queda el escenario de la negociación con su
amigo y hermano Leonel Fernández, quien le garantizaría tranquilidad jurídica
post-gobierno, algo muy anhelado por todos los que han salido del poder
directamente para estar tras las rejas.
Finalmente queda otro escenario y es que en el forcejeo
interno peledeista, las instancias respondan a las facciones dominantes y no a
lo que requieren los tiempos en materia política y nos encaminemos a un 2020
sin leyes claras entorno al manejo interno y electoral de los partidos, lo cual
puede dar a luz a una crisis política, al estilo Honduras en la actualidad.
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