Por Miguel Rone
En las décadas de los
50s y 60s, el Carnaval de Santiago era sano y belicoso en otros casos, en el
barrio de La Tabacalera siempre nos identificamos con los Joyeros y la
muchachada nos conglomerábamos detrás de los Lechones de la Joya a veces no
podíamos pasar de la Plaza Valerio (Parque Ranfis), pero entre estos se
destacaba el líder Tony Vargas, el Jefe de los Lechones Joyeros.
Pero al mencionar a
Tony Vargas, no podemos dejar atrás los lechones mas pintorescos que tenía La
Joya, que eran Pedro Mamba y Cesar Felipe. Grandes joyeros que eran fiel a su
barriada por aquello de ser grandes bebedores, eran los lechones mas gordos de
la Joya.
Pedro Mamba se hiso
conocido pues era de los primeros que vendían este producto (El Mamba o como se
conoce la mantequilla de maní) al pregón y que se comercializaba en los
colmados y ventorrillos de Santiago, pero particularmente en La Joya. El
disfraz de pedro era el único que parecía un Diablo Con una cola atrás.
A Cesar Felipe como
buen Joyero le gustaba libar sus tragos al igual que Pedro Mamba. Cesar era
conocido por ser hijo de Cesar, una de las mujeres que se dedicaban al negocio
de vender mondongo, (Tripas de los animales), este último luego fue policía y supimos
que murió en Nueva York.
Un lechón muy
original lo fue Luquita, su disfraz era la bandera nacional, otro lechón
querido lo fue Modesto de la calle García Copley, todo lo señalado es para
recordar
Luego otro que
siempre tendremos que recordar es a Vinicio Jorge, hijo de Cándido Jorge que se
dedicaba a vender Pastelitos, y siempre en el carnaval tenía la comparsa mas
vistosa por los uniformes que lucía totalmente blancos en la Comparsa “Los
Españoles y Los Indios”, esta comparsa presentaba enfrentamientos al igual que
la llegada de los españoles a la isla.
Todo era un
espectáculos donde sonaban los coheticos chinos, muy usado en navidad para
aquella época, también los discursos y arengas eran con base cultural
parafraseando el dominio español sobre nuestros indígenas.
Otro atractivo para
los muchachos era el “Nicolás Denden”, un oso fuera de serie que con sus gestos
hacia reír a todos y recibía su paliza de quien lo manejaba, cosas que ya no
vemos, como aquellas peleas de foete y luego trompadas y pedradas que se daban
cuando en medio de la ciudad se topaban la dos fuerzas de lechones Joyeros y
pepineros, y seguidores; los lechones de la Joya dirigidos por Tony Vargas,
mientras Guarino de la Cruz, era el defensor y rey de los lechones pepineros,
eternos rivales en este tipo de eventos.
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