Estamos
absortos y perplejos ante diferentes situaciones que producen válidas
preocupaciones a la sociedad dominicana. Los medios de comunicación, las redes
sociales, los comentarios en barrios y centros de trabajo las bailotean y
zarandean.
Juan
López - Destelao.com
Desde
el Municipio: A Ocuparnos de estas Preocupaciones Sociedad Dominicana
Procede
que gobernantes, líderes de los partidos y de las organizaciones de la sociedad
civil, las academias, intelectuales y profesionales evalúen a profundidad esas
preocupaciones y manifiesten disposiciones de aportar soluciones democráticas,
pacíficas y acordes con las expectativas del pueblo dominicano.
He
aquí seis de las preocupaciones que ameritan el empoderamiento e inmediata
ocupaciones para contribuir con la paz social y progreso material y socio-cultural de nuestro país:
1.-
Luego de largos meses que dos diferentes Comisiones Bicameral estudiaban el
proyecto de Ley de Partido y el Comité Político del PLD dejar en manos del
Congreso la decisión sobre el tipo de primaria, con “incomprensibles” designaciones en el Senado
se formó una nueva comisión y, por separado, los diputados constituyeron otra.
Por
las contradicciones políticas que existen en torno al tipo de primaria y otros
aspectos, se vislumbran dos informes diferentes, lo cual es una preocupación
porque sería un obstáculo para que
nuestros legisladores asuman la ocupación de arribar al consenso imprescindible
para la definitiva aprobación de la Ley de Partido.
2.-
La “carta de presentación” de la señora RobinBernstein, que podría ser la
embajadora de EUA en nuestro país, es una delicada preocupación. Todo parece
indicar que repetirá el controversial estilo
del anterior Embajador. No quieren admitir la inexistencia de
“apátridas” en nuestro país.
Esa
proclama de que vendrá a “defender los derechos de los haitianos que les quitó
la sentencia 168-13” es mandatorio para
que la sociedad dominicana se ocupe del principio de autodeterminación de los
pueblos y la firme defensa de la soberanía nacional.
3.-
La memoria del Prof. Bosch y el pueblo que representa el PLD no merecen el
espectáculo que, mediante absurdas y bizantinas discusiones públicas, están exhibiendo algunos peledeistas. Es una
preocupación que, indirectamente, afecta
la gobernabilidad e institucionalidad democráticas.
La
paz social y el progreso económico,
social y político que disfruta nuestro país, obligan a los máximos dirigentes
del PLD a ocuparse con madurez, sensatez e inteligencia emocional para
implementar un proceso interno que, democráticamente, les permita superar con seriedad sus
diferencias, a los fines de consolidar la democracia, evitar el retroceso y,
desde el poder, continuar aportando bienestar
social al pueblo dominicano.
4.-
No obstante la enorme presión social que obligó a los dirigentes de la ADP a
volver a las aulas. la semana pasada, sigue siendo una válida preocupación ese
recurrente método de lucha que utiliza la ADP como chantaje para obtener
supuestas reivindicaciones, ignorando las privaciones del “pan de la enseñanza”
que producen a más de dos millones de estudiantes y el grave daño que ocasionan
a los indiscutibles avances de la Revolución Educativa.
El
pueblo, a través de la comunidad educativa, los líderes de las organizaciones
de la sociedad civil, los partidos políticos, toda la opinión pública del
país, el gobierno central y las
autoridades del MINERD tienen que seguir ocupados 24/7 para evitar otras
injustas, dañinas e inmerecidas huelgas
de profesores que lidera el sector anarcosindicalista de la ADP.
5.-
Es muy preocupante que el Pleno de la JCE decidiera, por razones no muy claras,
echar al zafacón los más de 34 millones de dólares que costaron los equipos
tecnológicos que fueron adquiridos para el escrutinio de las votaciones.
Es
necesaria una firme ocupación para exigir al Pleno de la JCE mayor respeto
por los intereses del pueblo, prudencia
en sus gestiones y actuaciones transparentes, al margen de la mezquindad
politiquera para tranquilidad de ellos y de la sociedad dominicana.
6.-
Se avecina el largo asueto de Semana Santa, parte de la tradición cristiana de
nuestro país. Sigue siendo una preocupación la cantidad de heridos y muertos
que, cada año, producen los accidentes
automovilísticos por como consecuencia del desenfreno de las inconductas y
bebidas alcohólicas.
Exhortamos
a una mayor ocupación y prudencia a quienes se desplazarán a pueblos, playas y
ríos del interior. Nuestras autoridades también deben ocuparse para retomar los
valiosos operativos y aplicar todas las medidas que fueren necesarias para salvar vida, a fin de que
resulte placentero el regreso a casa, a las actividades productivas y sociales
para seguir echando pa’lante a la R. Dominicana.
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