11 de marzo de 2018

Caño Hondo, monumento de piedras con 12 cascadas en Sabana de la Mar -1-

MANUEL ANTONIO VEGA
SABANA DE LA MAR.- Recostado sobre dos mogotes y rodeado de una vegetación endémica, Caño Hondo, es una obra arquitectónica que se edificó pensando en el turismo de montaña y donde el río Jibales es el mayor atractivo.
Es uno de los lugares llamativo del ecoturismo en Sabana de la Mar.
Es un hotel y parque acuático, guardado con celos por la propia madre naturaleza, que le ha permitido estar cerca del agua dulce y salada, rodeado de rocas y una espesa vegetación.
A nueve kilómetros al oeste de Sabana de la Mar, el proyecto turístico se puede definir como el primer y único centro vacacional y parque acuático natural del país, ya que sus piscinas y cascadas se llenan de las aguas del río Jibales, que tiene unos siete kilómetros subterráneos y unos 500 metros que aflora a la superficie, saliendo de las entrañas de Los Haitises, para pasar por el hotel y finalmente desembocar en “Caño Hondo”,, por donde se llega a la ensenada de las bahía San Lorenzo y la de Samaná, a los cayos de los pájaros y suntuosas cavernas en Los Haitises.
Las vacaciones en este lugar no tienen precio y el visitante tiene todo a su alcance, incluyendo la tecnología, rodar en cuerdas, montar Kallet, conocer las aves exóticas como el cuervo, la cotorra y la paloma turquesa, especies en extinción y ver durante la noche las luces de luciérnagas, cocuyos y la lechuza cara ceniza.
Este hospedaje está dentro de los 10 hoteles ecológicos más impactantes del mundo.
Es el único lugar donde al momento de comer, aves como cuervo y cigua palmera llegan hasta las mesas a “pedir” que le den comida y si no le da te saborean el plato, antes que te lleve los alimentos a la boca.
Sin lugar a duda, es el lugar que más identifica y describe el turismo ecológico en la República Dominicana.
Pernoctar en la zona permite dormir en habitaciones que se han construidos con diseños y materiales ecológicos, que se producen en la zona, que abrazada a la espesa y exuberante vegetación son un verdadero remanso de paz natural.
Las camas, las hamacas y las paredes que adornan los balcones de las habitaciones, las carabelas y osamentas de ballenas y las piezas taínas que se guardan en el museo que se ha creado para disfrute y atractivo de los visitantes, son un verdadero espectáculo que nos brinda la naturaleza.
En las alturas de dos montañas que circunda el parque acuático o centro vacacional, específicamente frente al hotel, se observa un parador con bancos en maderas de Guárano, de donde los visitantes pueden apreciar el ganado, los arrozales, los mangles, así como las bahías de San Lorenzo y la de Samaná y los Cayos de los Pájaros, especiales mogotes, donde cohabitan distintas aves exóticas y autóctonas.
Reynaldo de León Demorizi (Tony), es el ideólogo del parque acuático, y resalta que el lugar se construyó como una extensión del Parque Nacional Los Haitises, debido a que para visitar el parque era imposible hacerlo por la vía terrestre. Continua...

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