CULTURA VIVA
Por Lincoln López
“He vivido con la perspectiva de una muerte
prematura durante los últimos 49 años. No tengo miedo a la muerte, pero no
tengo prisa a morir. Hay tanto que quiero hacer primero” (Entrevista, 2011)
Stephen Hawking el
famoso científico y profesor británico especializado en física, astrofísica y
cosmología, y considerado la mente más brillante del mundo contemporáneo,
falleció recientemente a los 76 años por complicaciones derivadas de su
enfermedad que lo aquejaba desde su juventud: esclerosis lateral amiotrófica.
Su inteligencia y el hecho de estar reducido a una silla de ruedas inteligente
diseñada por él mismo “y que era controlada a partir del movimiento de la
pupila” hizo que se acrecentara su popularidad mundial hasta alcanzar niveles
de celebridad; como un ejemplo de hasta dónde puede llegar el poder de la
voluntad del ser humano, en su caso particular, cuando los médicos le
diagnosticaron a los 21 años su terrible enfermedad a la cual no sobreviviría
más de dos años. Contrajo matrimonio en dos ocasiones y fue padre de tres
hijos.
La razón de ser del
universo. “Si encontramos la respuesta a eso, sería el triunfo definitivo de la
razón humana, pues entonces conoceríamos la mente de Dios”.
(Breve historia del
tiempo, 1988)
El astrofísico
colombiano Santiago Vargas, profesor del Observatorio Astronómico Nacional
explica que los aportes de Hawking “son producto del trabajo que empezó a
desarrollar cuando era muy joven y estaba elaborando su tesis de doctorado en
Cambridge…Aplicó un modelo matemático nuevo a partir de la teoría de la
relatividad (Einstein) con el que concluyó que los agujeros negros , que son
singularidades en el espacio-tiempo es decir, lugares del Universo en los que
el tiempo y el espacio se deforman por culpa de la inmensa gravedad’. Según el
académico, a partir de ese momento Hawking empezó a estudiar más a fondo las
dinámicas que tienen lugar en los agujeros negros. Fue así como planteó su
teoría que predice que estas impresionantes estructuras no solo absorben la luz
que pasa por ellas, sino que también pueden emitir partículas, en un fenómeno
que se conoce como la radiación de Hawking. Esta teoría asegura que, a medida
que los agujeros van emitiendo esta radiación, también se van encogiendo, se
van evaporando, es decir que no son completamente negros”.
“El trabajo te da significado y propósito y la
vida está vacía sin él”.
Además de ser un
productivo científico, y pese a su enfermedad, Stephen Hawking participó en
incontables apariciones en medios de comunicación. Consideraba que las
pantallas de televisión eran una forma más de hacer divulgación científica.
También participó en múltiples congresos, fueron incontables sus conferencias y
entrevistas concedidas alrededor del mundo. “Hizo viajes en gravedad cero,
salió en los Simpsons y hasta rapeó en festivales de música con su particular
voz robótica. Todo por acercar la ciencia a las personas comunes”.
Javier Sampedro,
científico y periodista español recomienda cinco libros para entender las ideas
esenciales de Hawking: Historia del tiempo (1988), el libro científico más
vendido de la Historia. El universo en una cáscara de nuez (2001), Brevísima
historia del tiempo (2005), Agujeros negros (2017) y Hacia el infinito (J.
Hawking, 2008). Un texto fundamental que plantea la cuestión última de la vida,
el Universo y el Todo es: El Gran Diseño (2010).
“He estado inmerso en la ciencia toda mi vida,
ahora estoy preparado para rezar”.
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