POR FRANCISCO AMÉRICO.
LA ALTAGRACIA.- Somos pobres en Higüey porque no creemos
en nosotros mismos y delegamos nuestro poder de autoridad, y nuestros derechos
a líderes que creemos providenciales que no son tales, porque ningún líder
tiene todas las respuestas tampoco ningún político tiene la respuesta lógica
para administrar con eficiencia una población como Higüey, una sociedad con
tantas complejidades.
Todo esto ocurre, porque no creemos en la libertad de los
individuos, tendemos a confiar en ideologías voluntaristas o personajes
populistas para la solución de nuestros problemas, no creemos en nosotros
mismos solo estamos a expensa a las riquezas foráneas como paliativo para salir
del cerco del atraso.
Como no creemos en nosotros, nos hemos convertido en
esclavos sutiles, deshonestos, ya que quisiéramos la riqueza de otros, lo que
nos ha llevado a justificar la corrupción.
Como no creemos en nuestro potencial como pueblo, se han
creado redes poderosas, que estrangulan a nuestra población cultural y
económicamente donde casi no existe la clase media y los pobres son más pobres,
desembocando así la perpetuidad de la Provincia La Altagracia. ¿Por qué somos
así actualmente en nuestra sociedad? No existe igualdad de oportunidades,
porque unos quieren la igualdad anti natura, o sea, siendo egoístas, así
tomando todas las oportunidades como si fuesen suyas.
Somos ricos pobres, porque creemos en el realismo mágico
de la novela y las palabras, unidos al tren que se desplaza en los rieles con
todos los asientos ocupados, donde ya tú no cabes y solo recibes ruidos de
cuando cruza.
En la Provincia La Altagracia vivimos en un modelo que ya
no sirve, que no da respuestas porque es incapaz de interpretar la complejidad
de la sociedad de hoy. Lo mismo ha ido creciendo por la inexistencia de una
interacción que sea capaz de vencer el caos; donde dejemos de vivir en una
población sin leyes donde todo vale, tenemos que apostar a una sociedad donde
los hombres no sean semi-dioses.
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