Estudios científicos comprueban que estamos
atraídos al dulce, por naturaleza.
Por Miguelina Santos
Dra. Consuelo Pardo |
Los humanos escogemos lo que queremos comer por
diversas razones: optamos porque nuestras comidas sean saludables, accesibles o
cómodas, pero una de las principales razones es por su sabor. ¿Y por qué
optamos por lo dulce?
La respuesta se encuentra en nuestros genes, Adam
Drewnowski, Director del Centro de Obesidad de la Universidad de Washington
destaca que diferentes estudios realizados con niños comprobaron que, según sus
expresiones faciales, preferían sabores dulces, mientras que rechazaban los
amargos.
Las investigaciones además señalan, que
históricamente el sabor dulce se asocia con comidas seguras, mientras que los
sabores amargos se relacionan con comidas tóxicas. Asimismo, nuestros
antepasados solo podían distinguir entre un alimento y un veneno dependiendo de
si este era dulce o amargo y así se acostumbraron a preferir los alimentos de
sabor dulce.
La nutricionista Consuelo Pardo comenta:
“Al igual que todos los alimentos, el azúcar tiene un papel en la dieta y,
consumiéndolo dentro de los límites adecuados, puede formar parte de una
alimentación equilibrada. Debemos recordar que no hay alimentos buenos o malos,
solo dietas mal balanceadas”.
Por su parte, la Asociación Americana de Dietética
enfatiza que todos los alimentos pueden incluirse en una alimentación
balanceada, si se consumen de manera moderada y en porciones adecuadas,
combinándolos con una actividad física regular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario