Ante el pleno del Congreso
norteamericano, el sumo pontífice dio mensajes sobre el fundamentalismo, la
pena de muerte, el tráfico de armas y la inmigración
El papa Francisco se
convirtió hoy en el primer sumo pontífice de la historia en hablar ante el
pleno del Congreso de Estados Unidos, en uno de los más esperados mensajes de
su gira. En un largo discurso, varias fueron las oportunidades en que los
legisladores norteamericanos llenaron de aplausos al Papa, que habló sobre el
fundamentalismo, la pena de muerte, el tráfico de armas y la inmigración.
Fundamentalismo
"Combatir la violencia
perpetrada bajo el nombre de una religión, una ideología, o un sistema económico
y, al mismo tiempo, proteger la libertad de las religiones, de las ideas, de
las personas requiere un delicado equilibrio en el que tenemos que
trabajar"
"Ninguna religión es
inmune a formas de engaño individual o extremismo ideológico. Esto significa
que debemos estar particularmente atentos a toda forma de fundamentalismo,
tanto religioso como de otro tipo"
"Imitar el odio y la
violencia de los tiranos y asesinos es el mejor modo de tomar su puesto. Esto
es algo que ustedes, como pueblo, rechazan. La nuestra debe ser una respuesta
de esperanza y de sanación, de paz y de justicia".
Inmigración
"Les hablo como hijo de
inmigrantes. La gente de este continente no le tememos a los extranjeros porque
nosotros alguna vez fuimos extranjeros"
"La marcha que Luther
King encabezó como parte de su campaña de cumplir su sueño de plenos derechos
de civiles y políticos afroestadounidenses continúa inspirándonos. Estoy feliz
de que Estados Unidos continúe siendo para muchos una tierra de sueños"
"Nuestro mundo está
enfrentando una crisis de refugiados de proporciones tales que no se veía desde
los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. No debemos dejarnos asustar de su
número, más bien verlos como personas, mirando sus rostros y escuchando sus
historias, intentando responder lo mejor que podemos a sus situaciones.
Recordemos la regla de oro: haz a los otros lo que quisieras que los otros te
hicieran a ti".
Pena de muerte
"Hay que defender la
vida humana en cada etapa de su desarrollo. Esta convicción me ha llevado desde
el inicio de mi ministerio a apoyar la abolición global de la pena de muerte,
porque cada vida es sagrada".
Guerra y tráfico de armas
"¿Por qué se venden
armas letales aquellos que planean generar sentimientos indescriptibles a
personas? Tristemente la respuesta la sabemos: es por el dinero. Es dinero que
está empapado en sangre. Ante este silencio vergonzoso es nuestro deber
enfrentar el problema y detener el tráfico de armas". (lanacion.com.ar)
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