Por Anneken Tappe
(CNN Business) — La economía estadounidense creció a una tasa anualizada y ajustada estacionalmente del 4% en el cuarto trimestre de 2020, tal como lo habían pronosticado los economistas, informó el jueves el Departamento de Comercio. Sin embargo, eso no compensó un primer trimestre malo y un histórico y terrible segundo trimestre.
En 2020 en total, el PIB disminuyó un 3,5%
con respecto al año anterior. Se trata de la peor caída desde 1946.
Fue la primera vez que el PIB del país
descendió desde 2009, año en que cayó un 2,5% durante la crisis financiera.
En este gráfico puede verse la variación
porcentual del PIB a lo largo de los años, sin ajuste estacional.
Si no fuera por la crisis actual, una tasa de
crecimiento trimestral del 4% sería un gran número. No obstante, el país
todavía está lejos de su gloria económica prepandémica y este ritmo de
crecimiento simplemente no será suficiente.
Dicho de otra manera, el PIB de Estados
Unidos se situó en 20,9 billones a finales de 2020, en comparación con los 21,4
billones del año anterior.
El año pasado se produjo la peor conmoción
económica de la historia y el PIB de Estados Unidos, la medida más amplia de la
actividad económica, reaccionó en respuesta.
La trayectoria del PIB en el año
El PIB se contrajo un récord de 31,4% en base
anualizada entre abril y junio tras los cierres iniciales por la pandemia. En
los tres meses siguientes, se recuperó a un ritmo anualizado récord del 33,4%,
pero eso no fue suficiente para compensar el daño que ya estaba hecho.
Para el 2021 y el Gobierno de Biden, el
informe del jueves es un llamado a la acción y un recordatorio de que la crisis
económica que causó la pandemia está lejos de terminar.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome
Powell, reiteró el miércoles que la recuperación de la economía estadounidense
depende de la trayectoria del virus. En todo el país, las comunidades
permanecen bajo protocolos de cierre diversos que buscar ayudar a frenar la
propagación de la enfermedad, lo que pesa sobre la actividad económica. Además,
millones de personas siguen desempleadas como resultado de la pandemia, que
devastó las industrias basadas en el contacto social como el del hospedaje.
El gasto de los consumidores creció a una tasa
anual de solo 2,5%, en comparación con una tasa anual del 41% en el trimestre
anterior. Esto refleja los nuevos confinamientos y el aumento de las tasas de
infección en los últimos tres meses del año. A pesar de la desaceleración, el
aumento del gasto ayudó a que el PIB creciera en el cuarto trimestre.
Sin embargo, todavía hay mucho de qué
preocuparse: los ingresos disponibles cayeron un 9,5% sobre una base anualizada
en el cuarto trimestre del año pasado, mientras que la tasa de ahorro personal
se mantuvo elevada en un 13,4%. Para una economía impulsada por el gasto de los
consumidores, no es una buena señal que la gente deje su dinero en el banco. En
términos generales, los ingresos personales también disminuyeron,
principalmente debido a la disminución de los beneficios a medida que los
programas de ayuda de la Ley CARES llegaban a su fin. Esto podría revertirse en
el futuro con los estímulos que se acordaron desde entonces y los que considera
el gobierno de Biden.
Puede que las condiciones no cambien mucho en
el primer trimestre de 2021, según economistas. Pero las cosas deberían mejorar
a medida que continúe el despliegue de la vacuna y el clima más cálido de la
primavera ofrezca a los consumidores más libertad para aventurarse a salir,
señaló el economista jefe de PNC, Gus Faucher.
«Con vacunas efectivas que ofrecen la
posibilidad de un retorno a la normalidad más adelante este año y la intención
de la administración de Biden de que haya más estímulos fiscales, creemos que
el crecimiento del PIB alcanzará el 6,5% este año», dijo en una nota Paul
Ashworth, economista jefe de Estados Unidos en Capital Economics.
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