30 de septiembre de 2016

La vida dominicana en un libro de humor político

RAFAEL PERALTA ROMERO

Diógenes Disla ofrece un libro muy singular.  No siempre el humor se acompaña de la reflexión filosófica  o la observación sociológica. Este libro reúne esas tres dimensiones de la expresión humana. Estas “jocosidades” han servido a su autor para describir situaciones que caracterizan la vida dominicana del siglo XXI. Sobre todo los vicios, perversidades y distorsiones de la conducta que vienen permeando a la sociedad dominicana desde finales del siglo XX.
Con “Las jocosidades de Eustaquio: el Tango y la Tibora”, Disla adiciona al conocimiento que le viene de la formación    humanística, el aprendizaje de la cotidianidad, lo que le otorga una autoridad que le ha permitido estas reflexiones sobre  la vida social que él   vierte  en forma humorística.
“Lo bueno, si  breve, dos veces bueno”, ha dicho el sabio Baltasar Gracián. Disla tiene el privilegio de la  escritura breve y ha formado su libro con  aparentes diálogos de dos personajes ficticios: El Tango y la Tibora. Es como un tratado de filosofía popular que nos llega en cápsulas, tan fáciles de consumir que las traga uno sin mayor esfuerzo.
En este primer volumen lo escrito nos llega en cinco  apartados, y hay  una afinidad evidente en los aforismos  incluidos en  cada una. Así, en la primera parte toca lo atinente a ron y droga. Resulta un elocuente testimonio de la vida dominicana hoy en día. Venta de  drogas en lugares conocidos por las autoridades, consumo de estas sustancias  ante los ojos de todos y  como consecuencia la marcada tendencia a la destrucción, rompiendo primero con los valores familiares y las sanas costumbres.
Disla emplea un humor agudo y punzante para el abordaje del segundo tema, que trata de política, corrupción e impunidad, elementos determinantes para  el impedimento del desarrollo de la República Dominicana.
La delincuencia e inseguridad  ciudadana, que campean orondas en nuestro país, son tratadas por Disla con notable agudeza y en ocasiones  el estilo se torna  incisivo como bisturí  que corta para eliminar un tumor.
Las salidas que practica el dominicano para superar el estado de miseria e indefensión que padece, conducen a soluciones como los viajes en yolas hacia otras tierras. El autor persigue al criollo más allá de los mares para referirse a sus apuros, luchas y sobrevivencias en un medio que le es hostil y muy diferente a su hábitat natural.
Hay más jocosidades. Todo lo que concierne al humano, en particular al dominicano, es observado en este sustancioso libro de apenas 112 páginas, escrito con sentido humorístico y profundo valor ético. Es una obra  para leer ahora y para ser estudiada en la posteridad por quienes quieran  conocer un estilo de vida que caracterizó  el tramo actual de la historia dominicana, con sus notables depravaciones, decadencia moral y desenfrenado individualismo.
Diógenes Disla ha compuesto este libro a partir de una visión, decididamente satírica y a veces caústica, que busca llamar la atención sobre el peligroso camino que transitamos los dominicanos de ahora.  Es un esfuerzo justificado, un esfuerzo que merece la compensación de la lectura.

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