Colaboracion: Altagracia Salazar
El proyecto PlasticRoad da una nueva
vida a los residuos plásticos a la vez que evita los millones de toneladas de
CO2 que se emiten con la fabricación y el tendido de asfalto
Rotterdam será la primera ciudad del
mundo en la que los coches dejarán de rodar solo por asfalto. La ciudad
holandesa planea construir carreteras con los residuos de plástico rescatados
de los océanos. Serán bloques de polímeros, que recuerdan a las piezas de Lego
con las que se jugaba de pequeño, y se presentan como la alternativa ecológica
para dejar de verter cemento.
El proyecto se llama PlasticRoad y es
una iniciativa de la empresa VolkerWessels. La compañía explica que los residuos
plásticos acumulados en el mar representan un gran problema para el planeta y
que es posible darle una nueva vida en vez de quemarlos o enterrarlos.
PlasticRoad contribuiría a la vez a la solución a otro problema medioambiental:
evitar los millones de toneladas de CO2 que se emiten a la atmósfera debido a
la producción y el tendido de asfalto.
"El plástico ofrece todo tipo de
ventajas en comparación con la construcción actual, tanto en el desarrollo de
las carreteras como en su mantenimiento", señalaba Rolf Mars, uno de los
responsables de VolkerWessels a The Guardián.
La calzada, según apuntan, tendría un
mayor aguante y soportaría temperaturas más extremas que abarcarían desde los
-40º a los 80ºC. También podrían ser instaladas en un tiempo inferior; en vez
de meses solo se tardarían semanas. Este ahorro de tiempo se debe a que los
bloques no necesitan ser construidos en la misma carretera: se prefabrican en
la empresa y después se trasladan, limitando así los problemas de logística y
seguridad vial —desvíos, retenciones— que suelen producirse durante las obras
de asfaltado.
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