La detonación se produjo tras la llegada al centro hospitalario de un abogado que había sido tiroteado previamente. Entre las víctimas, abogados y periodistas que acudieron al lugar para interesarse por el letrado.
Al menos 63 personas murieron y 101 resultaron heridas por una explosión en un hospital de Quetta, en el oeste de Pakistán, al que había sido llevado poco antes un prominente abogado tras ser tiroteado, informó a una fuente oficial. Un hombre con ocho kilos de explosivos hizo detonar las bombas en la entrada de emergencias del Hospital Civil de Quetta, adonde poco antes había sido llevado ya sin vida el presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistán, Bilal Anwar Kasi, asesinado en horas de la mañana a tiros por un grupo de hombres sin identificar.
El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó la autoría del atentado.
En el momento de la deflagración había un gran número de abogados que habían acudido al centro de salud tras el ataque a Kasi, en torno a las 09.00 hora local. El portavoz indicó que además se produjo un tiroteo en el hospital entre hombres sin identificar y agentes de Policía, aunque desconoce si alguien murió a causa de los disparos.
El ministro de Interior provincial, Sarfaraz Bugti, dijo al diario Dawn que se sospecha que podría tratarse de un suicida, aunque esta posibilidad no esta confirmada por el momento. Según el periódico The Express Tribune, entre las víctimas mortales y los heridos se encuentran varios abogados y periodistas que habían acudido a cubrir el asesinato de Kasi.
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