El móvil nos acompaña a todos lados y está
tan integrado a nuestro diario vivir que no es extraño sentir vibraciones o
tonos de notificaciones que nunca existieron.
No estamos locos por sentir esto, sino que
estamos ante una situación o condición psicológica cada vez más común: el
síndrome de la vibración fantasma, el cual se produce por efectos de nuestra
ansiedad para que ocurra algo relacionado con nuestro celular.
Estamos en constante anticipación de poder
usar nuestro celular que ante cualquier estímulo en la zona, bien sea en la
pierna, nuestro cerebro lo interpreta como que si el teléfono estuviera
vibrando y quizás hasta sonando, ya que eso es justamente lo que queremos que
ocurra.
Los receptores de la piel que registran
vibraciones fantasmas son dos, están
dedicados separadamente a sentir frecuencias altas y bajas. La vibración del
teléfono móvil cae justamente en el medio (30 a 180 Hz), por lo que ambos
receptores serían capaces de captarlo.
Eso qué quiere decir que, mientras más
dependientes somos del celular, cualquier vibración que detecten los receptores
de la piel será interpretada como proveniente de teléfono; sufriendo así de
fácil, el síndrome de la vibración fantasma. tecnomagazine.net/
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