La Mansión de Trujillo en Santiago

Por Miguel Rone

Desfile escolar frente a la Escuela Generalisimo Trujillo, antes Mansion
Presidencial

Oí hablar de la Mansión de Trujillo en Santiago cuando fui por primera vez a la Escuela Generalísimo Trujillo, próximo al teatro Víctor en la calle José Trujillo Valdez, hoy Restauración.

Pues esa era la residencia de Trujillo cuando visitaba a Santiago, era una casa de dos plantas con balcones arriba y abajo, un amplio patio fortificado con una muralla de piedra y cemento a un lado y salida a la calle Julia Molina, hoy Independencia, con amplio portón para la entrada de vehículos.

Me contaba mi madre que en esa casa conoció a Bienvenida Ricardo, la madre de Flor de Oro Trujillo, a quien ella como modista le hacía arreglos a los vestidos que ella compraba. Mas luego esta residencia fue trasladada a la avenida Franco Bido, hoy Juan Pablo Duarte, donde en una casa grande con amplios jardines se conoció como la “Mansión de Trujillo”.

Recuerdo haber visto por mucho tiempo está Mansión, que estaba frente a la casa de Papaton collado y al lado vivían mis abuelos maternos, en la esquina consiguiente que daban los garajes de vehículos de la escolta del Jefe.

Por ahí debíamos pasar siempre que nos dirigíamos a La Junta de los Dos Caminos, en el Kilómetro Cuatro, en ese entonces, camino a Rincón Largo que vivía mi tía Elena con su esposo Edilio Calderón.

Era una largo trecho para llegar a la próxima esquina, ahí nos encontrábamos con la calle que llevaba hacia el Monumento y había una residencia muy bella, era la casa de don Anselmo Copelo, la que fue adquirida por los familiares de Trujillo para tenerla como residencia de Angelita Trujillo que recién se casaba con León Estévez.

Esta casa fue remodelada pero nunca se habitó con toda la seguridad que mantenía, la pareja León Estévez y Angelita Trujillo nunca residieron en la casa que le habían remodelado.

Esta era una vivienda lujosa con amplio jardines que se podían apreciar desde afuera y amplios terrenos en yerba (Jonquillo), que se mantenían podándola con una máquina de podar yerbas