Jeannette Miller, dice: “Fue el cinco de mayo
de 1959. A él ya lo habían advertido, porque cuando se bebía dos tragos, se le
soltaba la lengua y comenzaba a acabar con el régimen de Trujillo.
Dicen los que bebían con él, que cuando
empezaba a hablar se iba formando como un círculo vacío a su alrededor, porque
todo el mundo se iba de donde él estaba. Y es que nadie quería ser partícipe de
ese tipo de comentarios.
Y un amigo que formaba parte de los
estamentos del Gobierno, le dijo: Fredy, no salgas de noche ni cometas
imprudencias, porque te tienen en la mira. Y la verdad fue que ese día salió y
no volvió.
A la caída del régimen de Trujillo tuvimos
las versiones de cómo fue: que él salió en el bote como hacía todos los días y
había órdenes de no salir, pero él salió, y desde San Isidro dieron órdenes de
que ametrallaran al bote, e incluso nos dieron el nombre del piloto que tuvo
que cumplir la orden, pero cuentan que esa persona se sintió tan mal, que
cuando regresó parecía como un loco.
Lo que muchos no saben es que junto a mi
padre iban su novia, una tía y dos sobrinos de ella; es decir que fueron cinco
los muertos. Hoy hablo de eso y gracias a Dios, no guardó rencor.
Veo a esas personas que no tenían otra
alternativa sino cumplir órdenes, como otro tipo de víctimas del régimen, pues
si no las cumplían, tenían que pagar con su vida.”
Freddy Miller Otero desaparece un 5 de mayo
de 1959, cuando en una embarcación salió de la ciudad de Santo Domingo con
rumbo hacia la playa de Boca Chica a 20 millas de distancia, que transportaba
al productor y director de televisión Freddy Miller y sus pasajeros (dos
mujeres y dos niños), desaparecieron sin dejar rastro alguno.
Que
como estoy?
Freddy Miller Otero
Que como estoy?...
Ya ves...
Desazonado y triste,
Descolorido como una hoja seca
batida por el sol, las lluvias, el viento.
Y cómo iba de estar?,
acaso te imaginas que ha sido poca cosa
mi soledad, mi tedio,
la angustia de mirar a todas partes
buscándote, ansiándote,
hurgando tu silueta entre masas y masas
de hormigueros humanos?...
Que cómo estoy!...
Se necesita situarse muy lejos de mi ser
para tan tonta pregunta!
Mira, estoy como no había estado antes.
En mi silencio, en mis noches,
ha podido correr desesperadamente
por mi sangre, por mi voz...
por la compasión de las personas
que saben dónde estás y nada dicen.
Resulta tan difícil la condición del hombre!
Tener que sostener calladamente tu larga
lejanía;
apretarse los ojos rebozados de agua;
suspender el aliento para que nadie escuche
que el corazón te llama...
y sobre todo pensar, pensar cobardemente
cuando ya nadie atisba,
bajo la noche ancha, paso a paso...
Ridiculez tremenda de ser hombre!
porque a pesar de todo lo que haga
te seguiré llevando entre mis venas
como la misma vida...
Que cómo estoy!...
Que feliz ocurrencia de tu parte!
Tenía tantas cosas, a mano, que decirte,
y que ahora no sé dónde se han ido...
He contemplado con detenimiento el recuerdo.
He logrado tener entre mis labios mil rosas
tempraneras.
He llenado mis manos de luz escribiendo...
escribiendo...
Esto es todo, mi amor.
Que cómo estoy?...
No había pensado en esto!
Estoy... no sé; tal vez un poco enfermo,
o puede que apartado de todo lo que sobra;
de los amigos, de los afectos, de la risa, de
mí,
si, de mí también me he apartado un poco.
Ahora llevo tan honda la expresión de la
muerte
que no sabría decirte cómo estoy.
Estoy... como me ves, sencillamente.
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