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8 de junio de 2018

ENRIQUE AUGUSTO JIMENEZ MOYA


La Raza Inmortal
Colaboración: Manolo Lopez

El avión Curtis 6-46 que aterrizó en Constanza el avión y que
trajo a República Dominicana el primer grupo de 54
expedicionarios.

Comandante de la incursión patriótica del 14 de junio de 1959 contra la tiranía de Trujillo, la correcta forma de indicar sus apellidos es JIMENES DE MOYA. En su ascendencia se cuentan presidentes, próceres independentistas e insignes intelectuales.
Enrique Augusto Jiménez de Moya nació en Santo Domingo el 27 de agosto de 1913 (falleció a raíz de la referida expedición), hijo de Enrique Jiménez Álvarez (1879-14 de abril de 1942) y de Gloria María de las Mercedes de Moya Cestero, quien nació en Santo Domingo el 30 de octubre de 1882.
Su línea ascendente es la siguiente:
Delio Gómez Ochoa fue llevado para que reconociera el cuerpo
del Comandante Enrique Jiménez Moya
Abuelos paternos: Manuel María Jiménez Ravelo, quien nació el 14 de junio de 1844 en Santo Domingo, y Calixta Alvarez Viar.
Abuelos maternos: Casimiro Nemesio de Moya Pimentel (19 de diciembre de 1849-27 de mayo de 1915), cartógrafo, político e historiador que ocupó varios ministerios y elaboró los planos detallados de la ciudad de Santo Domingo (1900) y de la Isla (1905), y de Amalia Dolores de las Mercedes Cestero Aybar, quien nació en 1849 en Santo Domingo, hermana del prócer e intelectual Mariano Antonio Cestero Aybar y tía del connotado escritor Tulio Manuel Cestero Leyva.
Enrique Jiménez Moya, comandante en jefe del Ejército de Liberación Dominicana, arribó al país el 14 de junio de 1959, a las seis y veinte minutos de la tarde, en un avión pintado con las siglas de la fuerza aérea de Trujillo. El aterrizaje se produjo en el aeropuerto militar de Constanza, una ciudad dominicana enclavada en las montañas.
En el avión, piloteado por el venezolano Julio César Rodríguez y el expedicionario dominicano Juan de Dios Ventura Simó, ex capitán de la Fuerza Aérea Dominicana, vinieron cincuenta y seis combatientes. El aparato emprendió vuelo después de dejar en tierra a los expedicionarios. El piloto venezolano condujo el avión en su viaje de regreso.
El aterrizaje debió realizarse inicialmente en San Juan de la Maguana, pero las condiciones atmosféricas imperantes en ese momento en la República Dominicana, obligaron a los expedicionarios a dirigirse hacia Constanza.
Al pisar tierra dominicana, Jiménez Moya y sus acompañantes intercambiaron disparos con militares que se acercaron al aparato para indagar sobre el aterrizaje. Luego se internaron en las montañas. El arribo del avión se había coordinado con la llegada simultánea de lanchas que conducían a los demás expedicionarios, pero se presentaron inconvenientes que retardaron el desembarco marítimo hasta el 20 de junio. En esa fecha, arribó al país por Maimón la lancha «Carmen Elsa», comandada por el doctor José Horacio Rodríguez, egresado de la Universidad de Harvard. Ese mismo día desembarcó en la playa de Estero Hondo, la nave «Tinina» con José Antonio Campos Navarro, como comandante de otro grupo que llegó al país en ella.
Un número considerable de guerrilleros que arribaron a la República Dominicana por Maimón y Estero Hondo murieron en el desembarco cuando fueron atacados por unidades navales y aéreas del régimen de Trujillo. El resto se internó en las montañas, donde libraron combates con las tropas del gobierno hasta que fueron apresados o muertos. Por su parte, los expedicionarios de Constanza tenían instrucciones de no presentar batalla hasta que llegaran las dos lanchas. Perseguidos por las tropas trujillistas, denunciados por campesinos con los cuales establecieron contactos y bajo el permanente acoso del hambre, los combatientes del Ejército de Liberación Dominicana, fueron aniquilados poco a poco.
Juan de dios Ventura Simó fue capturado el 17 de junio, mientras que el comandante Jiménez Moya, murió a fines de ese mes. Diezmados y dispersos en las frías estribaciones de Constanza, los expedicionarios de junio libraron intensos y desiguales combates contra las tropas del régimen. El 30 de junio se libró uno de los más grandes encuentros con las tropas trujillistas. El expedicionario Johnny Puig Subirá, relator de la jornada en su diario de campaña, describió el encuentro con las siguientes palabras:
 «A las dos menos cuarto se produjo el ataque. Estábamos acampados en un par de bohíos. A mi entender, la causa de la sorpresa fue el resultado natural de la falta de organización militar que nos aqueja desde un principio.
«A la hora de empezar la batalla, la mitad de la gente estaba semivestida y sin armas a su alcance, y lo peor, no se había acordado de antemano y puesto en conocimiento de todos algo tan elemental como nuestra posición en caso de ataque, con la natural vía de retirada cubierta. De pronto las balas empezaron a llover sobre los bohíos desde un frente de cuatro árboles.
«En una forma u otra -sigue relatando Johnny Puig Subirá en su diario de campaña- los que allí estábamos empezamos a desplegarnos en esa dirección (hacia un río) en medio de un violento intercambio de fuego. A Fellín (Rafael Moore Garrido) lo hirieron estando al lado mío en un brazo y una pierna, de modo que el pobre quedó completamente inutilizado para retirarse con nosotros. Le puse un torniquete en el brazo. Lo último que dijo fue: "que se ocupen de mi viuda y de mis hijos..."»
En su diario, el expedicionario de junio llegó a la conclusión de que en ese encuentro «tienen que haber caído muchos de los nuestros... Hemos quedado completamente aislados de los compañeros y no tenemos la cuenta exacta de cuántos quedan, quiénes son, dónde están o hacia dónde van...» (Diario de Campaña de Johnny Puig Subirá Miniño. Revista Ahora, núm. 606, 23 de junio de 1975 páginas 12-10).
Se presume que el 4 de julio de 1959 fue aniquilado el último grupo de guerrilleros de Constanza, porque en esa fecha se interrumpió el diario de campaña de Juan Enrique Puig Subirá (Johnny).
La mayoría de los expedicionarios capturados por el régimen de Trujillo fueron torturados en las cárceles del gobierno, especialmente en «La 40» y en «El 9». Sobrevivieron a la gesta de junio los dominicanos Poncio Pou Saleta, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán y los cubanos Delio Gómez Ochoa y el jovencito Pablito Mirabal. Gonzalo Almonte Pacheco, un expedicionario que después de ser apresado fue fotografiado junto a su madre, mientras Trujillo supuestamente lo amnistiaba, fue ultimado varias semanas después por personeros del régimen.
El ideario político de los expedicionarios de junio está contenido en el Programa Mínimo del Movimiento de Liberación Dominicano. En la expedición participaron exiliados dominicanos de varias tendencias políticas entre quienes se incluían marxistas y demócratas liberales.
La gesta de Constanza, Maimón y Estero Hondo produjo un recrudecimiento de la oposición política nacional e internacional contra el régimen de Trujillo. Inspirado el ideario político de los expedicionarios de junio, fue organizado un movimiento clandestino denominado «14 de Junio» bajo la dirección del doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo). Esa organización adoptó el Programa Mínimo que enarbolaron los participantes de la gesta de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
Todavía, señala Alfredo Hernández, no se han aclarado del todo las circunstancias de la muerte de Jiménez Moya. “según Anselmo Brache Batista, perdió contacto con el grueso de sus tropas el 16 de junio 1959, en el combate de la Guamita. Llegó exhausto junto a su asistente Chefisto Patiño (Batista) a un bohío de las Auyamas. Prisionero de unos campesinos” y luego de la guardia trujillista “quienes lo mataron cuando se rebeló. Su cadáver fue llevo a San Isidro. (SIC).
Tomado de: Historia Dominicana en Gráficas / 19 de Octubre de 2014

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