Reta Saffo pasó años
tratando de ayudar a la empresaria, que padecía depresión maníaca.
Por ALEXANDRA LORES - revistavanityfair.es
Ayer fue un día trágico
para el mundo de la moda (y para el resto de los mortales). La diseñadora
estadounidense Kate Spade aparecía muerta en su apartamento de Park Avenue, en
Nueva York, para sorpresa de (casi) todos.
A pesar del éxito en el
plano profesional - su firma de bolsos y complementos tuvo un gran impacto en
la década de los 90-, la diseñadora no consiguió superar un grave problema de
salud. En 2016, después de una década lejos de la creación y dedicada a la
crianza de su hija, Frances Beatriz Spade, volvió a intentarlo junto a su
marido con la firma Frances Valentine. Lamentablemente, la muerte se interpuso
en su camino, a pesar de que solo tenía 55 años.
Pero lo que ayer nos
pareció una terrible sorpresa, hoy cobra un trágico sentido. La hermana de la
diseñadora, Reta Saffo, ha enviado un correo al periódico The Kansas City Star
en el que explica por qué su muerte había sido un mal presagio desde hace años.
“Tengo que decir que esto no ha sido algo inesperado para mí. Volé a Napa y a Nueva
York varias veces en los últimos tres o cuatro años para ayudarla con el
tratamiento necesario (y con su hospitalización). Siempre fue una niña muy
nerviosa y creo que todo el estrés y la presión que suponía su marca (KS) pudo
precipitar su depresión maníaca a tiempo completo”, explicó su hermana.
Desde el principio, Saffo
se implicó todo lo posible en el bienestar de la diseñadora. “Fui muy
insistente para que sometiese a un tratamiento (en el mismo lugar en el que
Catherine Zeta-Jones trató su bipolaridad con éxito). Hablé con ellos por
teléfono, sin decirles quién era la paciente. Y estuvieron de acuerdo en coger
un avión para hablar con ella y llevarla de vuelta al centro”, confesó su
hermana. “Pero después de muchos intentos, lo dejé ir. ¡A veces, no puedes
SALVAR a la gente de sí misma! Una de las últimas cosas que me dijo fue, ‘Reta,
sé que odias los funerales y que nunca vas a ninguno, pero podrías POR FAVOR
venir al MÍO, al menos. ¡Por favor!’. Sabía que quizás tenía un plan, pero
insistía en que no era así”, zanjó Saffo.
A esta trágica noticia, se
suma el terrible hecho de que la diseñadora dejó una nota dirigida a su hija de
13 años en la que le aseguraba que nada de todo aquello tenía que ver con ella
y que, por favor, no se sintiese culpable. Solo que le preguntase a su padre
por ello.
Ahora, sabemos que el
marido de la diseñadora, Andy Spade, podría haberle pedido el divorcio. En
cualquier caso, ayer su familia envió un comunicado al periódico New York Daily
News en el que le rogaban a los medios que les dejasen pasar su dolor en
silencio. “Estamos devastados por la tragedia que ha tenido lugar hoy. Queremos
muchísimo a Kate y la echaremos terriblemente de menos. Nos gustaría que
nuestra privacidad fuese respetada en este momento de dolor, tan duro para
nosotros”, escribieron.
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