Madrid.- Los profesionales del transporte,
académicos y técnicos de la pavimentación y seguridad vial que participaron
este jueves en la IX Jornada Nacional de ASEFMA coincidieron en apuntar que
“las Administraciones de carreteras deben hacer un esfuerzo superior en materia
de conservación de carreteras” porque “del estado del pavimento nos
beneficiamos todos: no sólo afecta a profesionales del transporte y usuarios de
carreteras, sino a la totalidad del país”.
Un pavimento en buen estado, con una buena
regularidad superficial, disminuye el consumo de combustible de un vehículo
ligero en un porcentaje de 12-18%. Reducir un 10% del consumo de combustible en
España supone un ahorro, sólo por este concepto, superior a los 1.000 millones
de euros cada año.
Además, un pavimento en mal estado provoca
que los vehículos que por él circulan aumenten hasta un 34% las emisiones de
gases de efecto invernadero. Genera mayor tráfico y problemas circulatorios y
puede disminuir la vida útil de los vehículos hasta un 25%, acelerando el
envejecimiento del parque automovilístico español.
Por otro lado, una política de mejora de la
regularidad superficial de las carreteras logra disminuir los gastos de
conservación, incrementa la durabilidad de los pavimentos y disminuye
significativamente el consumo de combustible. Así quedó patente durante la
intervención del doctor Jorge Prozzi quién explicó las medidas que, en esta
línea, están siendo aplicadas por la Administración de carreteras de Texas
(Estados Unidos).
En la sesión coordinada por Pere Macías,
presidente de la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad, se destacó la
necesidad de impulsar la Ley de transparencia, en materia de carreteras, para
poder implementar medidas similares a las de Texas en España. Sobre la mesa
quedaron evidencias tales como que un firme deteriorado obstaculiza la cohesión
del territorio, limita el acceso a bienes y servicios básicos e incide
negativamente en la economía en la medida en que incrementa los costes para los
usuarios y empresas. De la inversión en carreteras dependen 85.000 empleos
directos, 52.000 indirectos, y el 0,4% del PIB de España.
A su turno de palabra, el periodista Fernando
Ónega estableció un decálogo aplicado a la conservación de carreteras y señaló,
entre otras cosas, que “el estado de las carreteras afecta al estado de ánimo
de los ciudadanos” y “mientras los ciudadanos no perciban una mejora sustancial
no será creíble que estamos saliendo de la crisis”.
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