El Cañero

23 de enero de 2009

Cardenal aboga por unidad

Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez pidió este miércoles a la Virgen de La Altagracia iluminar al presidente Leonel Fernández y al pueblo dominicano, para enfrentar las dificultades internas y externas por la situación mundial. También abogó por la sensatez, unidad y sentido patriótico de la ciudadanía.
El Cardenal también pidió al gobierno del presidente Fernández tener sentido patriótico, sobre todo para la reforma constitucional, para que cualquier decisión vaya en interés del pueblo dominicano.
Al respecto advirtió que en cualquier decisión que se adopte debe tenerse en cuenta los intereses del pueblo, e instó a actuar con sentido práctico y visión de futuro.
El jefe de la Iglesia Católica dominicana destacó que el país vive momentos de dificultades, pero aseguró que con la ayuda de la madre espiritual y patrona de los dominicanos “el gobierno tendrá sabiduría para salir airoso de los problemas que se avecinan”.
Indicó que el contexto internacional presenta una situación económica, política y social preocupante, por lo que pidió por la unidad y no perder de vista el horizonte que “tenemos por delante”.
López Rodríguez formuló sus pronunciamientos al dirigir la homilía en el oficio religioso por motivo del día de la Virgen de la Altagracia, en la basílica de Higüey, en presencia del presidente Leonel Fernández, la primera dama Margarita Cedeño de Fernández, funcionarios civiles, militares y provinciales, así como destacadas personalidades y miles de devotos de la Virgen.
Dijo que La Altagracia protege a los dominicanos y sobre todo a los hermanos del pueblo haitiano que por mucho tiempo ha seguido la devoción por la madre espiritual de nuestro país.
“La Virgen ha estado presente en todas las vicisitudes en la historia del pueblo dominicano, por consiguiente, hoy venimos a pedir el patrocinio de esta virgen para que ilumine al señor presidente de la República, aquí presente, y a sus colaboradores. Pedimos para que nos ayude a enfrentar las dificultades internas que tenemos, no solamente nosotros, en verdad la humanidad entera está siendo convulsionada con una serie de hechos que están sucediendo en el mundo y otras dificultades que no son nuestras, sino que son el reflejo de lo que está sucediendo en otras partes del mundo”, apuntó el Cardenal.
Pidió al gobierno y al pueblo trabajar y propugnar por los valores morales y cristianos, al tiempo que exhortó a los dominicanos a actuar con unidad frente a los problemas generados por la crisis económica mundial, “estos son los tiempos en que la incongruencia y la violencia hay que enfrentarlos con gallardía”.

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