Héctor Linares -
El Caribe
El nivel de gasto y el monto del endeudamiento también
son dos retos que tienen por definir los estructuradores del Presupuesto.
La asignación del 4% del PIB para Educación es el mayor
obstáculo; está vinculada al comportamiento de economía
El diseño del Presupuesto General del Estado del año 2021
surge como un rompecabezas para el Gobierno porque las finanzas públicas
dominicanas para el próximo ejercicio fiscal deberán plantearse en un escenario
de mayores necesidades de gastos y menores posibilidades de ingresos internos.
De entrada, el mayor obstáculo de propuesta será en el
cálculo y asignación del 4% del producto interno bruto (PIB) para la educación,
porque si se hace aplicando el criterio que se ha venido ejecutando desde el
2013, cuando por primera vez se aplicó el mandato de la Ley General de
Educación, entonces deberá resultar en una cifra menor que la del año en curso.
Y, como la base de cálculo es el esperado crecimiento de la economía, las
proyecciones para el 2021 no son muy halagüeñas.
Pudiera ser el primer retroceso presupuestal interanual
para Educación, que fue el sector privilegiado de la administración anterior.
En los últimos años Educación recibió en promedio el 25% de los presupuestos de
esos períodos. Incluso para el corriente año, cuando la asignación presupuestal
quedará sobrevaluada –porque se hizo pensando que la economía crecería en 2020
en 5.0% y los nuevos cálculos estiman que por efecto de la pandemia decrecerá
entre 7.5 y 9.0%-- el Gobierno le asignó una partida extra de RD$10,000
millones, con cuyo total el balance para Educación al concluir el año habría
superado ampliamente los RD$200,000 millones.
La asignación extra a la del 4%, vinculada a
adquisiciones informáticas que serán necesarias para el replanteado inicio del
año escolar 2020-2021, implica que el Gobierno mantendrá la prioridad para la
educación pública. ¿Cómo mantener el nivel del Presupuesto a Educación?
La respuesta parece ser el dilema que enfrentan las
autoridades fiscales, con el Ministerio de Hacienda y su Dirección General de
Presupuesto (Digepres) a la cabeza. Si, como algunos estimados plantean, el
producto interno bruto (PIB) caerá a unos US$80,000 millones este año y el del
2021 todavía no se sabe si repuntará ese nivel, el presupuesto legal para
Educación debería ser de alrededor de RD$151,000 millones. Reducirle más de
RD$50,000 millones de un año a otro parece una decisión poco probable que el
Gobierno la tome.
Mientras tanto y ante la aproximación de la
fecha “legal” para presentar el proyecto de Presupuesto 2021 (el 1 de octubre),
los “quita aquí y pon allí” se incrementan en las mesas de cálculos de los
titulares y técnicos del MH y Digepres. Y es porque la práctica de diseño
presupuestal para el Gobierno es, diferente a la del sector privado, primero
calcular o proyectar su monto de gastos y luego establecer cómo financiarlos.
Es decir, primero estimo los gastos y luego los ingresos. El cálculo privado es
diferente. Las empresas primero calculan sus ingresos esperados y luego ajustan
los gastos.
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