Por Miguel Rone
La Industria 4.0 y su
cuasi-sinónimo Cuarta Revolución Industrial, son expresiones que denominan una hipotética cuarta mega
etapa de la evolución técnico-económica de la humanidad, contando a partir de la Primera Revolución Industrial.
La Industria 4.0 es un
concepto que fue desarrollado desde el 2010 por el gobierno alemán para
describir una visión de la fabricación con todos sus procesos interconectados
mediante Internet de las cosas.
Esta cuarta etapa habría
comenzado recientemente y su desarrollo estaría proyectado hacia la tercera década del siglo XXI. Hace más
de 250 años que se inició en Inglaterra un fenómeno económico, social y
tecnológico que los historiadores denominaron “Revolución Industrial”.
Aquel paso del taller a la fábrica, supuso el
inicio de un proceso de transformación tecnológica con el que seguimos
conviviendo.
La industria 4.0, es la
actual revolución industrial, consiste en la digitalización de los procesos
industriales por medio de la interacción de la inteligencia artificial con las
máquinas y la optimización de recursos enfocada en la creación de efectivas
metodologías comerciales.
Esto implica cambios
orientados a las infraestructuras inteligentes y a la digitalización de
metodologías, este proceso incidirá de manera más concreta el modo de hacer
negocios. Las organizaciones deben identificar las
tecnologías que mejor satisfacen sus necesidades para invertir en ellas. Si las
empresas no comprenden los cambios y oportunidades que trae consigo la
Industria 4.0, corren el riesgo de perder cuota de mercado.
La inteligencia artificial es señalada como elemento central de esta
transformación, íntimamente relacionada a la acumulación creciente de grandes
cantidades de datos (“big data”), el uso de algoritmos para
procesarlos, y la interconexión masiva de sistemas y dispositivos digitales.
En la actualidad nos encontramos en los
albores de lo que se conoce como la 4ª Revolución Industrial o
Industrialización 4.0, donde se ha impuesto un nuevo concepto denominado
“Internet de las Cosas”.
La Industria 4.0 implica la promesa de una
nueva revolución que combina técnicas avanzadas de producción y operaciones con
tecnologías inteligentes que se integrarán en las organizaciones, las personas
y los activos.
Esta revolución está marcada por la aparición
de nuevas tecnologías como la robótica, la analítica, la inteligencia
artificial, las tecnologías cognitivas, la nanotecnología y el Internet of
Things (IoT), entre otros.
La invención de la máquina de vapor, la
implantación de la producción en cadena, el descubrimiento de la electricidad,
el uso del petróleo, la automatización de las fábricas y la aparición de los
ordenadores e internet han ido modificando la industria y como consecuencia
nuestra forma de vida.
Este nuevo concepto implica la interactuación
de objetos, máquinas y personas entre sí, de forma remota, en cualquier lugar y
en cualquier momento. El radical proceso de cambio está enfocado en satisfacer
las necesidades del consumidor “On Demand”, lo cual supondrá una reingeniería,
automatización y robotización casi total de los procesos productivos y
logísticos.
Esta nueva manera de reorganizar los medios
de producción, supondrá la puesta en marcha de multitud de “Smart Factories”
cuyo objetivo es el dar una respuesta totalmente adaptada a las necesidades del
proceso productivo y un aprovechamiento más eficiente de los recursos.
No obstante, esta revolución tecnológica de
la industria, también plantea numerosas dudas, sobre todo relacionadas con el
impacto sobre el trabajador: ¿se destruirán puestos de trabajo? ¿sustituirán
los robots a las personas?
Hay una cosa que tenemos que tener clara,
todos aquellos procesos susceptibles de ser automatizados lo serán, por tanto
la pregunta más adecuada no es si los robots sustituirán o no a las personas,
sino ¿cuál será el trabajo del futuro?
El concepto Industria 4.0 corresponde a una nueva manera de organizar
los medios de producción más efectiva y automatizada. El objetivo que pretende
alcanzarse es la puesta en marcha de un gran número de "fábricas
inteligentes" o "smart factories" capaces de una mayor
adaptabilidad a las necesidades y a los procesos de producción, así como a una
asignación más eficiente de los recursos, abriendo así la vía a una nueva
revolución industrial. Otra de las claves de este proceso es la idea de una
creciente y adecuada digitalización y coordinación cooperativa en todas las
unidades productivas de la economía.
estos conceptos escritos del profesor Gabriel Pazos,
profesor del Máster en Project Management de EAE Business School, les ponen el punto a las I, dejamos al lector sacar sus propias conclusiones.
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