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15 de marzo de 2019

Ética y Política

Por José Gómez Cerda
Los cambios científicos y tecnológicos dominados por una doctrina liberal han determinado un impresionante aceleramiento del intercambio de signos a través de la revolución en la era digital, la informática y en las comunicaciones, dando lugar a cambios de valores, tanto de los mercados financieros como de las redes de información, donde en muchos casos no se toma en cuenta la ética, la aplicación de la moral.
Los empleados, autoridades y los representantes de los organismos legislativos, que ejercen poderes en la política pública, deben tomar en cuenta la ética, como el comportamiento ante la moral. ! ¡No mencionarla, sino aplicarla, en sus actuaciones ante la sociedad!
La ética en el servicio público está directamente relacionada con la conducta de los funcionarios que ocupan cargos públicos. Tales individuos deben actuar conforme a un patrón ético, aplicando valores morales como la buena fe y otros principios necesarios para una vida sana en la sociedad; en el pueblo.
La democracia no es una dádiva, debe defenderse con la convicción de los hombres, para mantener sus principios frente a los que pretenden destruirla, con sus malas actuaciones, tanto en la vida pública como privada.
El abuso de poder, el tráfico de influencias, el partidismo por encima del interés del pueblo, los robos a los fondos públicos, el favoritismo en favor de amigos y familiares, las limitaciones a la libertad de prensa, el soborno, enriquecimiento ilícito, la insenbilidad social, opacar a los sectores minoritarios, la exclusión social; estos y otros temas más son contrarios a los ética.
Recordamos las lecciones de la historia, sabemos que una sociedad democrática no tiene que ser una sociedad indefensa, en la que los enemigos de la libertad, los corruptos puedan conducirla mansamente al matadero, en nombre de la libertad.
La política es una rama de la ética, especializada, para que pueda estar al servicio del Bien común. Uno de los poderes principales de la democracia es el Poder Legislativo, pero ese cuerpo no deberá aprobar ninguna ley que sea contraria a la naturaleza, porque el objetivo de las leyes es la ética, manteniendo y conservando las virtudes del pueblo y darle cumplimiento a la ley moral.
La legislación no debería endosar o aprobar ninguna línea de conducta contraria a la ley natural...
El objetivo final de la ley es hacer a los hombres éticamente buenos...debería resistir a los cambios reclamados por una simple relajación de las conciencias y por costumbres decadentes. Y siempre debería mantener una orientación general hacia la vida virtuosa y, a cada nivel buscar la conducta común hacia el plano del cumplimiento de la ley ética.
El Estado es el garante y guardián del Bien Común, su existencia descansa fundamental, jurídica y filosóficamente para esta actividad, complementado con la responsabilidad en el bienestar y la seguridad social, elevando el nivel socioeconómico de los sectores más pobres.
Corresponde al Estado buscar la igualdad básica de los hombres y las mujeres, al respeto a la dignidad y resguardar los derechos de la Persona Humana. Sin embargo, el Estado no lo es todo…
El Estado es únicamente parte del cuerpo político, cuya función específica consiste en mantener la ley, en promover la prosperidad común y el orden público, y en administrar bien los negocios políticos.
El Estado es una parte especializada en los intereses del todo. No es un hombre o un grupo de hombres; es un conjunto de instituciones que se combinan para formar una maquina reguladora que ocupa la cumbre de la sociedad.
Los actos humanos que no están regidos por la regla de la razón, o guardan malicias, son éticamente malos ; y los actos dirigidos por la razón, con bondad, en conciencia y libertad, son éticamente buenos, siempre y cuando su objetivo, circunstancias y finalidad sean realmente buenos. En política no se puede jugar a la doble verdad, siempre hay que actuar con honestidad.
Toda sociedad política requiere de una base ética común para la subsistencia, so pena de sucumbir frente a los conflictos y problemas, sin llegar a dar solución a los conflictos planteados.
La vida política requiere de una ética integral, que pueda expresarse no solo evitando los crímenes y robos, sino dando ejemplo, con una buena administración de los bienes del pueblo y viviendo en austeridad.
La política ha olvidado la educación. Los partidos políticos no se interesan en la formación de los militantes. La educación es base fundamental, para la formación sobre la ética. ¡Estamos retrocediendo!
Es necesario dar educación sobre los principios, valores, la ética, los signos patrióticos, la moral y civica, y es especial la ética y el humanismo integral.
Algunos políticos, legisladores y funcionarios públicos tienen miedo a que sus militantes y sus dependientes tengan una formación integral, para ellos poder continuar dirigiendo a su manera, en muchos casos con falta de ética.
Todos los actos inmorales son contrarios a la ética.
Debe surgir una nueva generación de hombres y mujeres comprometidos en la educación del pueblo, aplicando la ética, la aplicación de la moral pública y privada.
Nota. El autor es presidente de la Asociación de Escritores y Políticos Dominicanos (ASEPED).

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