Farid
Kury
Una
nación que desconfíe de sus jueces, fiscales, de sus políticos, banqueros, de
sus médicos, periodistas, de sus militares, profesores, sindicalistas, abogados,
comerciantes, de sus curas, pastores, congresistas y recaudadores de impuestos,
necesita mínimo plantearse muchas interrogantes y un nuevo diseño.
Una
nación necesita confiar en sus instituciones y en su gente. Esa nación necesita
trabajar mucho en su capital social.
Porque
una nación donde nadie le tenga confianza a nadie y no se cree en la palabra de
nadie se torna insoportable.
La
confianza es la base de la convivencia en paz emocional.
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