Rosario Bermudo ha sido reconocida como hermana mayor de
los Medina Sidonia. Ya ha hablado sobre la demanda que interpondrá para
recuperar su parte de la herencia.
POR EDUARDO VERBO
Pilar González de Gregorio, en una imagen reciente. GTRES |
Madrid.- Diez años después de la muerte de su madre,
Luisa Isabel Álvarez de Toledo, los hijos de la duquesa de Medina Sidonia
esperan con ganas la sentencia del Tribunal Supremo que, en el caso de
refrendar las dos resoluciones anteriores, reconocería su derecho a la legítima
en la herencia de su progenitora.
La aristócrata, fallecida en 2008, les privó
de ella al donar su patrimonio a la Fundación Casa Medina Sidonia. Y, cuando
Leoncio, Pilar y Gabriel comenzaban a otear el fin de sus adversidades
judiciales, los hermanos Medina Sidonia no saldrán de los juzgados tan
fácilmente durante los próximos años.
La razón: el pasado jueves 5 de diciembre
trascendió que el titular del Juzgado número 77 de Madrid ha reconocido que una
mujer natural de Écija (Sevilla) y vecina de Torrejón de Ardoz (Madrid),
Rosario Bermudo, de 67 años, es su hermana.
La madre de esta humilde ama de casa trabajó como
doncella en la finca que los González de Gregorio, estirpe de hidalgos
sorianos, tena en Valencia de las Torres, Badajoz, a principios de los años 50,
y mantuvo una corta relación con Leoncio, quien en 1955 se convertiría en el
marido de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, la ya fallecida duquesa roja de
Medina Sidonia, con la que tuvo tres hijos.
Ahora, aquellos niños, Leoncio,
Pilar y Gabriel, tendrán que repartir la herencia de su padre con su hermana
mayor.
Eso sí, ese escenario tardará en producirse, ya que las defensas de
Pilar y Leoncio ya estudian el recurso de esta sentencia, así como el abogado
de Javier, fruto de la relación sentimental de Leoncio con Marta de Molina von
Stranz y que fue reconocido en 1995 tras el pertinente análisis genético para
el que Javier contó con el apoyo de Gabriel y de Pilar.
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