La pequeña migrante
de Guatemala estaba junto con su padre y un grupo de más de 150 indocumentados
cuando cruzaron el desierto de Nuevo México y se entregaron a las autoridades.
Horas después, en el centro de detención para inmigrantes empezó a convulsionar
y aunque fue trasladada en helicóptero a un hospital, allí murió por un choque
séptico, fiebre y deshidratación.
UNIVISION
Una niña
guatemalteca de 7 años murió la semana pasada por deshidratación y agotamiento
tras ser puesta bajo custodia de la Patrulla Fronteriza (CBP) luego de cruzar
por el desierto de Nuevo México junto a su padre y un grupo grande de
indocumentados, según informó este jueves la agencia citada por el diario The
Washington Post.
De acuerdo con la
agencia, la menor y su padre quedaron bajo custodia de las autoridades
alrededor de las 10:00 de la noche el pasado 6 de diciembre al sur de
Lordsburg, Nuevo México, como parte de un grupo de 163 personas que se
entregaron a agentes fronterizos tras cruzar el desierto.
La menor fue
identificada este viernes por una funcionaria de la cancillería guatemalteca
como Jackeline Caal.
Aunque el incidente
sucedió hace ya una semana, CBP no había reportado lo sucedido con la niña,
quien ocho horas después del arresto empezó a convulsionar (a eso de las 6:25
am). De acuerdo con la agencia migratoria, cuando tomaron la temperatura de su
cuerpo tenía 105.7 grados Fahrenheit y por eso llamaron a primeros auxilios.
Sin embargo, Jacob
Soboroff, periodista de MSNBC, indicó que una fuente en la Patrulla Fronteriza
le confirmó que el padre de la menor notificó a los agentes fronterizos que
trasportaron a la menor que ella estaba vomitando a las 5:00 AM. En ese caso,
la niña estuvo sin tratar una hora y media, hasta que el autobús llegó a la
estación de la Patrulla Fronteriza.
Según el comunicado
oficial, la menor no había comido ni consumido agua por varios días. Fue
entonces cuando la transportaron en un helicóptero a un hospital en El Paso,
pero la niña sufrió un paro cardíaco y aunque fue revivida, no se recuperó y
murió menos de 24 horas después de llegar al centro médico.
Aunque cuando los
agentes fronterizos ponen bajo custodia a los migrantes que se entregan tras
cruzar el desierto les ofrecen agua y comida, no es claro si fue lo que sucedió
con estas personas y si la pequeña fue examinada por un paramédico en la noche
antes de que empezara a convulsionar.
"Nuestras
sinceras condolencias para la familia de la niña", dijo Andrew Meehan,
vocero de CBP, en un comunicado enviado al diario que reportó el fallecimiento.
"Los agentes fronterizos tomaron cada paso posible para salvar la vida de
la menor bajo las circunstancias más difíciles".
"Como padres y
madres, hermanos y hermanas, sentimos empatía con la pérdida de cualquier
niño", agregó el portavoz.
La agencia señaló
que está a la espera de la autopsia de la menor, pero los resultados podrían
tardar varias semanas en conocerse. Sin embargo, el diagnóstico inicial de los
médicos del hospital donde fue atendida asegura que la causa de la muerte fue
por un choque séptico, fiebre y deshidratación.
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