Ritmo Social
«La nieta del genio, Diana Widmaier Picasso, es una historiadora especializada en arte moderno. Ha trabajado con su archivo y comisariado espectáculos que lo muestran en nuevas formas, alumbrando medios que el público no necesariamente asocia con él, como la escultura», PORT.
Ella es una de los cinco herederos del
pintor que siguen vivos. Nació en
Marsella, Francia, el 12 de marzo de 1974. Es Licenciada en Derecho en la
Universidad de Paris-Assas y máster en Historia del Arte por la Universidad de
La Sorbona. Su tesis trataba sobre el mercado del arte en Francia en el siglo
XVII y decidió especializarse en dibujos de antiguos maestros.
Lleva años relacionada con el mundo del
arte, primero trabajando en la organización de exposiciones en museos como el
Metropolitan de Nueva York y el Institut Néerlandais de París. Después, como
experta en los maestros de la pintura antigua en Sotheby’s en Londres y en
París. Vive entre París y Nueva York, hoy por hoy es una gran experta en arte.
De hecho, participó en una curiosa iniciativa para promover una exposición de
su abuelo, el reconocido pintor malagueño en Suiza.
Organizaciones, museos y empresa de
investigación
También es una activa en organizaciones
artísticas como: Trustee MoMA PS1, Nueva York (desde 2009), Trustee
Kunst-Werke, Berlín (desde 2007), International Council of MoMA, New York
(desde 2000), Tate International Council, London (desde 2005), Comité Visitante
del Museo Metropolitano de Arte para los Departamentos de los siglos XIX, XX y
XXI (desde 2008) y Miembro del Comité de Artes Escénicas del Whitney Museum,
Nueva York desde 2013.
También es CEO de una empresa de
investigación llamada DWP Editions que creó en 2003, donde comenzó a recopilar
información sobre las obras de su abuelo. Trabajó en un catálogo razonado de
las esculturas de Picasso con un equipo de investigadores. Este catálogo cuenta con más de 2000 obras
tridimensionales que incluyen materiales como yeso, bronce, madera, terracota,
cartón y papel. Diana Widmaier Picasso también está a cargo de la colección de
arte y los materiales de archivo pertenecientes a Maya Ruiz-Picasso, su madre.
Diseñadora: Amante de las joyas
Diana Widmaier Picasso también es amante
de la joyería. Es cofundadora y directora artística de una empresa de joyería
de 24 quilates llamada Menē, que lanzó en 2017. Plantea una política comercial
basada en la transparencia, así como crear joyas de inversión. Todos sus
diseños, ya sean de oro o platino (los dos únicos metales preciosos con los que
diseñan sus joyas) tiene un coste que se corresponde a su peso en gramos y el
valor diario en el mercado de la materia prima con la que se ha confeccionado
la joya.
La política de precios de Menē está
inspirada en cómo los consumidores compran joyas en Asia, «En India y China los
consumidores siempre preguntan el peso, el valor del oro y su pureza», afirmó
Roy Sebag, su socio.
Inspiración, estética y diseño
Como historiadora del arte, Diana
Widmaier Picasso se ha dado a la tarea de destacar la fuerza y el poder que
tiene el oro. Tan pronto lanzaron la firma, asistió al Museo Nacional de
Arqueología francés, en Saint-Germain-En-Laye, a las afueras de París, para
observar las primeras herramientas y piezas que fueron creadas por los seres
humanos, cuando ya se usaba el oro.
Pero en general, para el diseño, Diana
plantea que la estética se inspira en la arquitectura, en el uso del oro macizo
y el platino, la simplicidad, las formas en estado puro, con total ausencia de
gemas o adornos recargados. La directora artística de esta nueva firma de joyas
afirma que sus piezas tienen un diseño atemporal, con inspiración griega,
egipcia y romana.
Diana ha diseñado joyas para Olympia de
Grecia y Mick Jagger y no es la primera Picasso en diseñar joyas. Paloma
Picasso -tía de Diana e hija menor del célebre artista, es diseñadora de
Tiffany & Co, aunque su estilo es totalmente diferente al de su sobrina, en
el que mezcla sofisticación e influencias exóticas, con formas complejas y
suntuosas y mucho colorido.
Historia de amor de sus abuelos
Cuando
la bailarina ucraniana Olga Khokhlova descubrió que su marido, Pablo Picasso,
iba a tener una hija con una jovencita llamada Marie Thérèse Walter, cogió sus
cosas y huyó al sur de Francia.
El pintor malagueño nunca consiguió el
divorcio de la musa de Diaghilev y tampoco pudo formalizar su affaire con
Walter. Maya, el fruto de esa relación extramatrimonial, se crió en el pueblo
de Le Tremblay-sur-Mauldre, a 25 kilómetros de Versalles. El artista
aprovechaba los fines de semana para visitarla y retratarla. Maya à la poupée,
obra cubista de 1938 que actualmente cuelga en el Museo Picasso de París, es un
recordatorio de la peculiar infancia de la niña, quien es la madre de Diana.
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