Ritmo Social
La entrevista de Lady Di en 1995 llevó a que
varios miembros de la familia real británica no volvieran a dirigirle la
palabra nunca más. Pero ninguno fue tan lejos como la princesa Margarita, cuyo
rencor hacia Diana llegó hasta más allá de su muerte.
Las conversaciones entre el príncipe Harry y
los dos herederos directos al trono británico, su hermano Guillermo y su padre
Carlos, parece indicar que no van por buen camino. La entrevista televisiva de
Harry y Meghan a Oprah Winfrey ha conseguido conmocionar a una familia real a
la que no se le dan especialmente bien las relaciones humanas. La revelación de
Harry de que su padre le pidió que «mejor le escribiese» para no tener hablar
con él en los meses previos a la entrevista dice bastante del carácter distante
y la peculiar forma que tienen los Windsor de solucionar sus problemas
familiares.
Los extremos a los que son capaces de llegar
cuando se sienten ofendidos. Es algo que ya ha ocurrido antes, de igual manera,
televisiva e histórica: cuando Diana ofreció la entrevista al programa Panorama
de la BBC denunciando que su matrimonio era una farsa. Nadie se lo tomó peor
que la princesa Margarita, cuyo desprecio por su vecina (ambas vivían en el
palacio de Kensington) llegó hasta más allá de la muerte de Diana.
La entrevista fue para Margarita algo
imperdonable. No porque lo que contase Diana no fuese cierto, sino por el hecho
de contarlo. La confesión de Diana a Martin Bashir en 1995 fue vista por 23
millones de británicos, el 40% de la población total del Reino Unido. Una bomba
tan potente que la reina exigió de inmediato un divorcio del heredero al trono
para que Diana dejase de ser familia. El divorcio llegaría un año más tarde, un
tiempo en el que Diana siguió viviendo a pocos pasos de la princesa Margarita.
De acuerdo con Craig Brown, en su libro Ma’am
Darling que habla de la princesa Margarita, Lady Di firmó su sentencia el día
que reveló algunas intimidades de los royals, sobre todo el romance del
príncipe Carlos y Camila Parker, en una entrevista de televisión para la BBC.
Brown asegura que Margarita, la hermana menor
de la reina Isabel II llevaba una buena relación con Diana, pero una vez que se
destapó el amorío de varios años entre su sobrino y Camila, todo cambió entre
las princesas. De hecho, en el funeral de Lady Di, Margarita no inclinó la
cabeza en señal de respeto cuando pasó frente a ella la carroza e incluso, el
autor asegura que se molestó porque izaron a media hasta la bandera británica
en el palacio.
Pero Diana no era la única “odiada” por
Margaret, Sarah Ferguson, ex esposa del príncipe Andrés también estaba en su
lista de personas no gratas, por la circulación de unas fotos comprometedoras
de la ex duquesa de York con otro hombre.
Tal parece que la hermana menor de la reina
era alguien muy conservadora y le molestaba que se ventilaran los asuntos de la
familia, como sí lo hicieron Diana y Sarah, quienes fueron muy buenas amigas.
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