Por Efraín Enrique Santana
En la foto suministrada por nuestro compañero Miguel Villafana se ve a Eligio Lora en primer plano. |
En el caso de Eligio Lora
podemos aplicar con rigurosidad meridiana la expresión aquella de que “El que
no sabe quién fue Eligio Lora NO ES DE LA ROMANA”. Su brilloso pelo ondulado
peinado a lo Daniel Santos, su distinguido y bien cuidado bigote mas el toque
del pañuelo sobresaliendo del bolsillo izquierdo de su camisa eran su “signo
distintivo”.
A Eligio lo conocimos desde
que éramos pequeños, es más, casi y que llegamos a ser familia. Él fue novio de
una prima mía a la que visitaba en nuestra casa. Durante una de esas visitas me
colgó el mote de “racapiolo” debido a que en numerosas ocasiones cuando venía a
la casa me encontraba rascándole con un peine la cabeza a mi abuelo para
sacarle caspas. Ese sobrenombre me persiguió hasta que llegué a la adultez.
Siempre se dedicó al
negocio de bares. El primero, o al menos el primero que recordamos fue el “Bar
La Palma” en la esquina de las calles Trinitaria y Eugenio A. Miranda, donde
antes operaron varios bancos comerciales, entre ellos el Royal Bank of Canada,
el Baninter y el Scotiabank. Actualmente allí opera una tienda de chinos.
Luego, a raíz de la caída de la dictadura trujillista, el bar “La Palma” pasó a
ser el “Democrático” en su nuevo local a dos casas de donde tenía el primero,
al lado derecho del antiguo cine Colón, donde acaban de inaugurar el Kentucky
Fried Chiken (KFC). Se ausentó por unos años de su pueblo para radicarse en La
Parguera, Puerto Rico, donde como pueden imaginar, tenía un bar, regresando
unos años mas tarde a su querido pueblo.
Pasó los últimos años de su
vida compartiendo con amigos en el parque central.
Eligio Lora Lara Luna, un
hijo de este pueblo al que todos recordamos con mucho cariño.
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