21 de junio de 2019

OVACIÓN A LA INFANTA ELENA Y A LA REINA SOFÍA

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La fiesta con la que la sobrina mayor de Felipe VI celebró anoche su mayoría de edad reunió a sus padres, la infanta Elena y Jaime de Marichalar.
De rojo vistió doña Letizia en su presentación ante la realeza europea y de rojo ha vestido también Victoria Federica en su puesta de largo. Anoche, diez meses después de cumplir 18 años, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar celebró su mayoría de edad rodeada de sus familiares y amigos en La Escorzonera, una finca de El Plantío, en Madrid, propiedad del que fue jefe de la Casa del Rey, Nicolás Cotoner y Cotoner.
Allí Victoria Federica, muy elegante con su vestido rojo, el pelo recogido en una coleta, y los pendientes de tipo earcuff que estrenó hace un par de semanas en una de las corridas de toros de la Feria de San Isidro -otra coincidencia estilística con su tía la reina Letizia-, se encargó de recibir a sus cerca de 300 invitados, entre los que destacaron su abuela, la reina Sofía, que llegó acompañada de la duquesa de Lugo, que fueron ovacionadas por los asistentes. La reina departió muy cariñosa con todos los asistentes, mientras que la infanta se quedó hasta última hora supervisando todo el evento. El acontecimiento también reunió a la infanta con su exmarido, Jaime de Marichalar. Acudió también su hermano Froilán, que asistió junto a su novia, Mar Torres-Font; su tío Álvaro de Marichalar; su primo Juan Urdangarín; o su gran amigo el torero Gonzalo Caballero;
Al mismo tiempo, se echó en falta a Juan Carlos I, a la infanta Cristina, o al resto de sus primos.
Aunque los medios de comunicación no pudieron acceder a la finca, muchos amigos de la anfitriona retransmitieron la fiesta por medio de la herramienta “stories” de Instagrama pesar de que el recinto estaba plagado de pancartas en las que se leía "No hacer fotos". Gracias a ellos, pudimos presenciar momentos tan curiosos como a Victoria Federica envolviendo con la bandera de España a un cerdito vietnamita que le habían regalado. O enterarnos de que Juan Magán actuó en la fiesta mientras que la sobrina mayor de Felipe VI bailaba a su lado en el escenario.
Era la de anoche una ocasión especial por partida doble, ya que además de festejar su mayoría de edad, Victoria Federica recuperaba una tradición que la realeza española no celebraba desde la puesta de largo en Estoril de su tía abuela, la infanta Pilar. En septiembre de 1983, su madre, Elena de Borbón, celebró su mayoría de edad -aunque tenía ya 19 años- con una fiesta conjunta con la infanta Cristina en el palacio de la Zarzuela, pero la casa real se encargó entonces de aclarar que no se trataba de una puesta de largo como tal.
El vestido de Victoria Federica, sin mangas y adornado con una original tira de flecos de abalorios a la cintura, invitaba además a hablar de un posible revival de este tipo de celebración entre las jóvenes aristócratas españolas, puesto que del mismo color rojo, y de Lorenzo Caprile, vistió también en su puesta de largo la hija de Eugenia Martínez de Irujo y amiga de Victoria Federica, Cayetana Rivera. También a la hija de la duquesa de Montoro, por cierto, le regalaron un cerdito vietnamita.

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