José Carlos de Santiago
Puerto Plata.- La ciudad
más importante de la costa norte en República Dominicana, a unos 180 km de la
capital, ofrece playas y entornos verdes paradisiacos que se complementan con
rutas atractivas hacia otros parajes.
De plata parece, pensó
Cristóbal Colón, cuando pasó cerca de una hermosa bahía que, situada al pie de
una montaña, le permitió ver el paisaje impresionante del lugar. Nombró
entonces aquel paisaje como Puerto Plata y desde entonces así se identifica uno
de los sitios paradisíacos del Caribe insular.
Le dicen La Novia del
Atlántico a esta ciudad que, desde el punto de vista turístico, es la más
importante de la costa norte en República Dominicana, localizada a unos 180 km
de Santo Domingo. Casi 700 000 visitantes arribaron a Puerto Plata en el 2018 a
bordo de 153 buques y esa cifra, superior a los casi 39 000 que llegaron en el
2017, demuestra que cada vez más el destino turístico en la también conocida
Costa del Ámbar (por los yacimientos de esta piedra allí existentes) gana en
atractivos para el viajero.
Los viajeros arriban en
busca de la historia que atesora desde su fundación en 1502, palpable en los
ocho municipios que la integran: San Felipe de Puerto Plata, el principal, Sosúa, Altamira, Imbert, Villa Isabela, Luperón, Los
Hidalgos y Guananico.
San Felipe de Puerto
Plata es el centro vital de la provincia, y en ella está uno de los mayores
puertos del país y uno de sus aeropuertos internacionales: el Gregorio Luperón. El turismo, por supuesto,
es una de sus potencias económicas, sobre todo porque arriban cada año miles de
turistas a su playa principal, la Long Beach, además de disfrutar de playa
Dorada y la playa Cofresí.
La ciudad de San Felipe
de Puerto Plata es también un atractivo urbano con sus avenidas, como las
principales Beller y la avenida General Luperón, que es el malecón situado al
norte de la ciudad. En el centro llaman la atención las singulares
edificaciones de estilo victoriano que construyeron los ingleses a partir de
mediados del siglo XIX, sus tortuosas y estrechas callejuelas y su ambiente
marítimo.
Un encanto especial
tiene Sosúa, célebre por la playa del mismo nombre, en la que hay un arrecife
de coral, peces tropicales y plantas de variados colores. La playa separa los
barrios de El Batey, donde se encuentran la mayor parte de hoteles y comercios
y Los Charamicos, famoso por su intensa vida nocturna.
Por su parte, Guananico
posee bonitos paisajes con bosques, ríos y montañas. Puede avistarse desde el
mirador los cinco municipios de la Novia del Atlántico, y se explotan rutas
para el desarrollo del ecoturismo, por la belleza de sus paisajes y recursos naturales. Guananico tiene desde saltaderos en la cima
de la montaña hasta balnearios como Agua Verde, con un carrito tipo teleférico,
que traslada las personas de un lado al otro del río. Además, existen
exposiciones y rutas del cacao que ofrecen en la Hacienda Cufa o la Hacienda
del Cacao El Edén.
Los viajeros que arriban
a Puerto Plata quedan seducidos por los
paisajes verdes inigualables y en particular, por sus maravillosas playas de
arenas blancas y aguas cristalinas, entre las que resaltan La Ensenada, Sosúa,
Costámbar, Playa Grande y Playa Dorada. Sin embargo, no solo las playas atraen
a los visitantes de Puerto Plata, pues también hallan atractivos en La Loma
Isabel de Torres, aquella vista por el Descubridor de América. Allí se
encuentra el parque nacional del mismo nombre, con 15 km2 de una magnífica
belleza natural, siendo uno de los parques más visitados de República
Dominicana. Lo más atractivo es la loma que lo corona, y la impresionante
estatua del Cristo Redentor que recibe al visitante con sus brazos abiertos.
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