Colaboración Ramón Velez
Científicos europeos han concluído que las torres gemelas
fueron derribadas por una demolición controlada y no por el impacto de los
aviones, que eran maniobrados por drones para crear un falso secuestro. ¿Hasta
donde llegará Estados Unidos en el engaño y la mentira? Sabemos que George Bush
mintió con las armas de destrucción masiva y con todo, pero esperábamos otra
cosa del gobierno de Obama, y no el servilismo que ha dado al imperio
financiero en sus ocho años de gobierno
La European Physical Society es una organización sin
ánimo de lucro cuyo propósito es promover la física y la labor de los físicos
en Europa. Fue creada en 1968 y entre sus miembros se incluyen las sociedades
nacionales de física de 41 países, y unos 3200 miembros individuales. Esta
asociación científica acaba de publicar en su revista, European Physics News,
un artículo firmado por un grupo de científicos, ingenieros y arquitectos
-Steven Jones, Robert Korol, Anthony Szamboti y Ted Walter-, donde se asegura
que el derrumbe de los tres edificios del World Trade Center en los atentados
del 11-S fue un caso de demolición controlada.
El artículo de estos científicos señala que en agosto de
2002, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), una institución
del gobierno de EEUU, inició lo que se convertiría en una investigación de seis
años sobre el derrumbe el 11 de Septiembre de 2001 de las dos Torres Gemelas o
World Trade Center (WTC) y el menos conocido colapso del Edificio 7 del WTC,
que no fue alcanzado por ningún avión.
El NIST condujo las investigaciones en base a una premisa:
que las caídas de las Torres Gemelas y del WTC 7 eran los únicos casos
conocidos de total colapso estructural de rascacielos a causa del fuego.
Ciertamente, nunca antes del 11-S se había producido un colapso total de un
rascacielos con estructura de acero, con la excepción del terremoto de México
de 1985, que produjo la caída de un edificio de 21 plantas, aunque los defectos
en su construcción explican probablemente tal caída.
Los expertos norteamericanos del NIST señalaron tras
varios años de investigación y de posponer sus conclusiones que el fuego
causado por la explosión del combustible de los aviones había provocado el
colapso de los edificios. Sin embargo, quince años después del evento, un
creciente número de físicos, arquitectos e ingenieros rechazan esta
explicación.
En primer lugar los edificios con una estructura de acero
han soportado grandes incendios sin caer por cuatro principales razones:
Los incendios no generan temperaturas lo bastante
elevadas como para calentar las grandes estructuras hasta el punto de hacerlas
colapsar, además de no durar lo suficiente para ello. Según los datos, en el
caso del WTC, el factor de seguridad era de 3 o mayor, lo que requeriría un
calor de 660ºC al menos para provocar el derrumbe.
La mayor parte de los rascacielos tienen sistemas de
supresión de incendios como rociadores de agua, que impiden a aquellos liberar
la suficiente energía como para calentar el acero hasta un punto crítico.
Las partes estructurales están protegidas por materiales
resistentes al fuego, que están diseñados para impedir a éste alcanzar
temperaturas lo suficientemente altas para producir un colapso.
Los rascacielos con estructura de acero son sistemas
altamente resistentes. De este modo, si se produce un fallo localizado, esto no
lleva al colapso de toda la estructura. A lo largo de la historia, se conocen
tres rascacielos que sufrieron colapsos parciales debido a incendios, pero
ninguno de ellos llevó a un colapso total del edificio. Otro número incontable
de rascacielos han sufrido incendios enormes y de larga duración sin sufrir
siquiera colapsos parciales. Los grandes edificios están también preparados
para resistir terremotos y huracanes. El acero es tanto fuerte y resistente
como dúctil y esto le permite, a diferencia del cemento, resistir las grandes
presiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario