La Vista aérea es espectacular y llama la atención del visitante (foto/ Juan Sangiovanni) |
Manuel Antonio Vega
BOCA DE YUMA, La
Altagracia.- Enclavada en la planicie oriental de la isla Hispaniola, contigua
al parque del Este, frente al mar Caribe, sin cocoteros, en el municipio de San
Rafael del Yuma, se localiza el singular “Hoyo Zumbador”, única playa en el
país rodeada de rocas alcalinas y arena blanquecina.
Es uno de los
principales atractivos turístico del costero pueblo de Boca de Yuma, en San
Rafael de Yuma, provincia La Altagracia.
Sus aguas azules
cristalinas, que se mueven en un revestimiento parecido a una piscina en
piedra, forjada pacientemente por la naturaleza hacen miles de años, es un
destino a explorar por quienes gustan del turismo de sol y playa.
Hoyo Zumbador es
una de las joyas escondidas de República Dominicana para la explotación de la
industria sin chimenea.
Es la única “playa
interior”, situada a 20 metros de distancia de la costa y a la que se desciende
por un pequeño sendero que se inicia en la acera de la calle que lleva al
lugar.
Boca de Yuma, un
pequeño pueblo de pescadores, no imagina el valor que le da este pequeño
espacio de agua azul turquesa y rocas.
Desde las alturas
de las rocas que protegen el balneario, se lanzan los bañistas en picada, para
caer en el agua, que algunos puntos tiene hasta cuatro metros de profundidad.
El agua le entra en
chorro por la presión de la marea del mar, que cuando está alta, llena la
cavidad.
Aunque la
vegetación está ausente, su belleza desde las alturas es espectacular, donde se
puede diferenciar el azul oscuro del mar con la tonalidad de playa Zumbador.
Las autoridades
municipales han habilitado el entorno con senderos, para facilitar su acceso.
Es un auténtico
paraíso, desconocido por la generalidad de los esteños, como llaman ahora a
quienes viven en la parte oriental de la isla Hispaniola y turistas que visitan
el país.
Aunque la comunidad
tiene muchos que exhibir, como monumentos, playas, el parque del Este, museo de
Ponce de León, Zumbador es algo único, que hace de este lugar un destino con
futuro promisorio.
Hoyo Zumbador, que
debe su nombre al sonido que emiten los golpes del agua contra los arrecifes,
está próximo a la desembocadura del río Yuma, cuyas aguas, que arrastran
sedimentos, no ensucian el atractivo.
Es un lugar de
donde se puede apreciar el de pelícanos,
garzas blancas y otras aves, volar al compás de las naves que llevan a los
pescadores a buscar el manjar al mar.
Aquí, al lado de
playa Zumbador, abundan los restaurantes, donde el plato fuerte es el pescado,
que se cocina fresco.
Solo el sargazo
afea esta belleza de la naturaleza, pero cuando sucede los lugareños se las
arreglan para retirarlo.
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