Según el polémico
artículo de opinión de alguien que es descrito como "alto funcionario del
gobierno" publicado por 'The New York Times', la capacidad mental del
mandatario es tema de preocupación, al punto que se ha hablado de activar un
mecanismo para su destitución.
CARLOS CHIRINOS VÁSQUEZ
WASHINGTON, DC.- Dudar
de la capacidad mental o de la idoneidad del adversario debe ser una de las más
frecuentes descalificaciones que se hacen entre sí políticos rivales en todos
los países. Pero en el caso de Donald Trump parece que las dudas están en su
propio equipo de gobierno y pueden amenazar su permanencia en el cargo.
Según un inusual y
polémico artículo de opinión sin firma que publicó este miércoles en su página
editorial The New York Times, alguien que es descrito como funcionario del
gobierno de Trump asegura que la capacidad mental del mandatario ha sido tema
de preocupación, al punto que se ha hablado de activar un mecanismo que permite
su destitución.
“Dada la inestabilidad que muchos hemos
presenciado, hubo tempranos cuchicheos dentro del gabinete de invocar la
Enmienda 25, lo que dispararía un complejo proceso para sacar al presidente.
Pero nadie quería precipitar una crisis constitucional”, indica el anónimo
autor de la nota.
No es la primera vez
que alguien expresa dudas sobre la salud mental del presidente de 72 años.
Algunos han asegurado que sus competencias están disminuidas y se refieren a
cómo ha cambiado su competencia verbal en las últimas tres décadas. En mayo
pasado, cuando su anterior médico personal aseguró que el certificado de salud
que había dado sobre Trump cuando era candidato lo había redactado el propio
magnate surgieron dudas sobre la capacidad mental del ahora presidente.
Pero esta es la primera
que alguien dentro del gobierno, como afirma el diario neoyorquino que es este
autodenominado miembro de la 'resistencia' que escribe el artículo, se refiere
al planteamiento de destituir al presidente declarándolo incapaz de gobernar.
La sola sugerencia de
que el vicepresidente, junto a 8 de los 15 miembros del gabinete, pueda usar el
expediente para sacar al presidente suena a algunos, no solo a los acólitos de
Trump, como un intento de dar un golpe de Estado palaciego. Eso sin contar los
inmensos problemas políticos y constitucionales que acarrearía.
Qué dice la enmienda
La enmienda fue
aprobada en 1967, cuatro años después del asesinato del presidente John
Fitzgerald Kennedy. En sus primeros puntos establece cómo es el procedimiento
para sustituir al mandatario en caso de muerte o renuncia, cosa que se puso en
práctica en 1974 cuando el renunciante Richard Nixon dejó el poder en manos de
su vicepresidente Gerald Ford.
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