8 de julio de 2019

Las constantes calumnias contra Margarito Carlos De León


Por Antonio Espinal
NUEVA YORK.- En los partidos políticos dominicanos hay de todo tipo de personas: los honestos, que mantienen una línea recta, que no cambia durante la plenitud ni en las tormentas. Y los oportunistas, que siempre se aprovechan de un problema haciendo creer que tienen la solución o se inventan los problemas para creerse líderes, enamoran a los que por una razón u otra están inconformes y tienen una mente fácil de adoctrinar.
Nuestro Partido Revolucionario Moderno (PRM) no es la excepción. En el Comité Internacional tenemos a Margarito Carlos De León, un dirigente idóneo, honesto, capacitado y respetuoso de las reglas, quien ha tenido que enfrentar innumerables calumnias de camaleones oportunistas. Siempre he apoyado a Margarito y lo defiendo con uñas y dientes, porque no da su brazo a torcer.
Hay un supuesto líder que se ha dedicado a atacar a Margarito desde las sombras, para lo cual se ha armado de un grupito entre los cuales hay: un hacker que duplica cuentas en Facebook de los miembros destacados del PRM en Ultramar, para luego publicar notas contra Margarito en nombre de los perfiles falsos que crea. Otro, que tiene experiencia en las redes y mantiene cinco cuentas con nombres parecidos al suyo.
Un tercero, crea noticias falsas y con una habilidad que parece aprendió de los rusos, las distribuye en nuestros foros y grupos. Y un cuarto, que es un dirigente amargado que usa cargos que nunca ha tenido.
Todos ellos tienen un objetivo común y la obsesión: atacar a Margarito Carlos De León. Obsesión es el estado de la persona que tiene en la mente una idea, una palabra o una imagen fija o permanente y se encuentra dominado por ella.
Algunas personas suelen necesitar opacar a otros para sentir que pueden resaltar. Están más pendientes de las acciones del otro que de las suyas propias y por eso es que por lo general les resulta mucho más complicado ubicarse donde quieren estar.
No entienden que por el hecho de querer apagar la luz de otro, están limitándose a solo robar algo de su luz, no están entendiendo su propia fuente de luz y tienen la idea equivocada de que no todos pueden brillar en simultáneo.
La gente que brilla por luz propia tiene la capacidad de mantener ese brillo a pesar de todo aquel que pretenda opacarlo. Por lo general tiene seguridad y fuerza interior que las hace resaltar aunque no quieran, su brillo no es programado, es el resultado de lo que contienen en su interior que inevitablemente proyectan en su vida.
Mientras que las personas que solo están atentas a cazar el brillo a su alrededor para ir tras esa luz, no para nutrirse sino para apagarla o robarla, tienen poca fe en sus capacidades, son competitivos y dedican muchas energías en medirse con otros, consiguiendo herirse con los éxitos, las maneras, el encanto de las personas que van irradiando luz a través de su espíritu y sus acciones.

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