1 de noviembre de 2018

Radhamés Jiménez dio la clave


RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
Llegaron los danilistas por un lado y los leonelistas por otro. Era la esperada reunión del comité central del Partido de la Liberación Dominicana. El auditorio, incluso el interno,  esperaba una  pelea  de al menos doce asaltos, pero todo terminó por un simple nocaut. Los analistas dicen que hubo aplazamiento de la pelea.
En principio, los seguidores de Leonel Fernández renegaban de sentarse al lado de los de Danilo Medina, y viceversa. Recelaban entre sí. Medina es el   presidente de la República, quien al parecer quiere seguir en el puesto a contracorriente. Fernández es el presidente del PLD,  ha ocupado tres veces el trono presidencial y apetece un cuarto turno.
Los convocados al encuentro disimulaban la   crispación de ánimos que los atravesaba.  Ninguno  -o muy pocos- estaba informado de lo que se había cocinado previamente. Ninguno imaginaba que asistieron allí como si fueran sujetos insignificantes. No se exigía dejar la cabeza a la entrada del salón, pero todo sucedió como si así se hubiera dictaminado.
Ni siquiera los 35  miembros de la poderosa corporación denominada comité político  podían  estar enterados de aquella subrepticia jugada. Quizá cinco de ellos   utilizaron su cabeza para  la preparación  de la estrategia salvadora,  de los demás solo se requería el brazo derecho  para levantar en señal de aprobación.
Los rostros adustos de la llegada se tornaron risueños. La estrategia había triunfado, cuánta sensatez, se proclamaba  desde cada rincón de la ostentosa casa nacional peledeísta. La decisión ha dado suficiente tela para cortar y cada sector de la sociedad dominicana  se  confecciona una respuesta a su medida.
Ahora se ha llamado farsa (teatro) a lo pactado  por los líderes del PLD. Lo que tiene de realismo la obra es que a Fernández le han prometido algo. Unos opinan que fue manejado cuando lo pusieron a presentar la propuesta de primarias abiertas cuando el día anterior  había publicado un artículo  defendiendo ferozmente lo contrario.
Radhamés Jiménez Peña, colaborador cercano de  Fernández, ha dado la clave para descifran la enigmática  decisión del comité central: podemos rehabilitar a Danilo Medina después de  2020. Eso indica, para mí, que al expresidente LF le han dado la esperanza de ser candidato, sin derecho a repostulación. Rehabilitar a Medina es quitarle el impedimento de postulación que pesa sobre él.
Arreglarle la Constitución ahora  a Medina -ellos lo saben-  caerá muy mal, si es que se logra  el arreglo. Con el apoyo de la facción  leonelista  sería posible. Presumo  que eso ocurrirá antes de las elecciones de 2020, pero después que Leonel Fernández   tenga asegurada la nominación. Es lo que interpreto de lo dicho por el doctor Jiménez.

No hay comentarios: