Por: Hugo López Morrobel - hlopez@eldia.com.do
Los cambios, aunque se
reconozca que podrían tener resultados fructíferos, siempre causan temor,
incluso entre los que serían los más beneficiados económicamente.
Es una máxima que vive la
humanidad desde su aparición, porque no todo el mundo está en capacidad de
comenzar a dejar de lado reglas que se han mantenido vigentes por siglos.
Esa reticencia radical a
efectuar transformaciones, se verifica en todos los sectores, lo que ha
significado demoras con desafortunadas consecuencias en el desarrollo integral.
Esos cambios se hacen
necesarios incluso en los deportes, que en su gran mayoría han tenido que
ejecutarlos para mantenerse como producto popular de consumo masivo, o de lo
contrario corrían el riesgo de desaparecer como espectáculos de masa.
Sin embargo, algunos, y el
béisbol está a la cabeza, se han mantenido reticentes a realizar reformas, como
el que aceleren los partidos, cuya larga duración es su principal enemigo,
porque se hace completamente aburrido, y esto, definitivamente, aleja a los
espectadores.
Ese fenómeno es conocido
por todos, en especial los dueños de equipos de Grandes Ligas, que todavía ayer
en su reunión anual en Atlanta, se mostraron renuentes a hacer cambios, quizá
por el interés que muestran las dos grandes cadenas de televisión, Fox y Espn,
que pactan por miles de millones.
Pero que nadie se lleve a
engaños, si no se producen reajustes que lo agilicen, seremos testigos de la
baja, lenta pero constante, que se continuará produciendo en su seguimiento.
RADARES. Los liceístas
confían en que no los para nadie, tras su racha la última semana, mientras las
Estrellas ocupan el primero, aunque para muchos eso será por poco tiempo.
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