UN MOMENTO
Han pasado las fiestas altagracianas, sus ecos todavía se sienten en el Santuario Nacional, en la Basílica de La Altagracia, pero sus ecos sobre todo se ven en los escritos que tenemos sobre la Altagracia.
Gracias a Dios se han escrito muchos libros sobre La Altagracia, podemos recordar los de fray Cipriano de Utrera, franciscano; los de monseñor Pepén, monseñor Polanco, los que ha escrito un servidor sobre la Altagracia. Acabamos de sacar la duodécima edición del libro la Altagracia: John Fleury, un inglés que ha dedicado uno de los estudios más interesante sobre La Altagracia, escritores higu¨eyanos que han tocado este tema. La Altagracia está más allá de las fi estas de La Altagracia y agradecemos todos los escritos que nos disfrutan sobre esta realidad de la vida nacional. Podemos nosotros aprovechar y continuar nuestros estudios, y sobre todo, nos hace falta todavía más estudios sobre los testimonios de las acciones de La Altagracia en la vida de las familias y del pueblo dominicano.
Libros sobre La Altagracia, los podemos buscar, podemos ilustrarnos más, necesitamos leer, podemos buscarlos en las redes, podemos encontrarlos en Amazon, por ejemplo; este libro nuestro sobre La Altagracia se puede encontrar ahí, y otros más.
Libros de La Altagracia, para que su presencia siga viva en medio de nosotros y para que nos ilustremos cada vez más sobre esta realidad de la vida nacional.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos. (Listin Diario)
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