Guillermo Moreno
Este 2018 es un año crucial y definitorio. Avanzamos a un
momento de inflexión luego de un largo periodo de acumular problemas sin darle
soluciones efectivas y contentarnos con dar vuelta sobre ellos. Por razones de
espacio solo puedo agregar 4 temas a la enumeración que empezamos en el
artículo del pasado lunes.
La deuda pública
En el año 2017 la deuda pública se incrementó en
US$4,326.9 millones, traspasando la frontera del 50% del PIB. Específicamente
alcanzó el 52.4%. Lo grave es que una parte de nuestro endeudamiento ha sido
para compras no prioritarias y envueltas en un lodazal de corrupción de altos funcionarios
y legisladores (Tucanos, Odebrecht) o para financiar campañas electorales
(Punta Catalina). Estamos atrapados en un círculo vicioso. Cada vez hay más
préstamos para el pago de intereses de la deuda y cada vez hay que dedicar un
porcentaje mayor de los ingresos tributarios al pago de los intereses de la
deuda. En el 2017 representó el 56%. Por eso, la composición de la deuda ha
variado en los últimos años: más o menos un 70% proviene de bonos soberanos y
solo el resto de organismos multilaterales y gobiernos. El 2018 se inició con
la aprobación en la Cámara de Diputados de dos nuevos préstamos externos por un
monto de US$135 millones. En el 2018 estará presente como una demanda de primer
orden la oposición al festival de endeudamiento irresponsable para obras no
prioritarias o para gastos corrientes o clientelismo político. Cada vez es más
necesario producir una transformación de la calidad del gasto público.
El sistema de salud
En el 2017 hubo un retroceso en el sistema de salud
pública en áreas muy sensibles: la mortalidad materna y la mortalidad infantil
y neonatal. En el primer caso se refiere a la tasa anual de muerte de mujeres
por cada 100,000 nacidos vivos y que se produzca por cualquier causa
relacionada o agravada por el embarazo o su manejo. El país, en el primer
renglón, ya ocupaba para el 2017 uno de los más altos lugares de la región, el
cuarto. En el caso de la mortalidad infantil la tasa se establece con muertes
ocurridas a menores de cinco años por cada mil nacidos vivos. En el caso de
muerte neonatal se trata de las ocurridas en los primeros 28 días, por cada mil
nacidos vivos. En esta última ya ocupábamos el segundo lugar en la región. El
2018 se inaugura precisamente con una marcha, el domingo 14, por el derecho a
la salud, promovida por la Alianza por el Derecho a la Salud (ADESA) integrada
por varias docenas de instituciones del sector que se han puesto en movimiento
para hacer conciencia de los graves problemas de salud que padece la población
dominicana y para exigir el derecho de un servicio de salud de calidad,
gratuita y oportuna. La crisis presente en el sistema hospitalario afecta
principalmente a la población mas pobre. Este año estará marcado por el reclamo
del 5% del PIB para el sistema de salud.
Pacto eléctrico
El 2018 estará signado por el llamado “pacto eléctrico”
cuya firma en estos momentos está en suspenso, a pesar del empeño del gobierno,
conforme expresa el ministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde. A juzgar
por la oposición y argumentos expresados por importantes actores y sectores
participantes en el proceso, más que de un pacto, de firmarse como está,
estaríamos ante una nueva “estafa”. Tanto Antonio Taveras, Presidente de la
Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH) como José Luis Moreno San
Juan, experto en materia eléctrica, cada uno por su parte coinciden en que I)
el proceso de discusión del acuerdo fue poco transparente y equitativo; II) que
en él prevalecen los negocios y privilegios particulares de núcleos
empresariales y funcionarios y solo beneficia a los generadores eléctricos, a
los grandes usuarios de energía y a las distribuidoras; III) los sectores que
van a ser golpeados severamente por el pacto serán la clase media, los sectores
populares y el 98% del tejido empresarial, compuesto por micro, pequeñas y
medianas empresas (MiPyMEs); IV) las tarifas aumentarán entre un 15 y 17% en
los primeros años del pacto para los consumidores de escasos recursos con
consumo por debajo de 500 kilovatios hora al mes; V) el pacto no es una solución
a los problemas del sector eléctrico.
La Marcha Verde
Sin dudas el acontecimiento en términos políticos y
sociales más importante de 2017. Surge, a raíz del escándalo de corrupción de
Odebrecht, como movimiento social no partidista por el fin de la impunidad. En
su accionar ha mostrado su capacidad de movilización de una importante franja
de la ciudadanía. El próximo 28 de enero tiene su primer reto con la
convocatoria de una concentración ante el Palacio Nacional. El 2018 será el año
decisivo de la Marcha Verde. Ante sí tiene dos caminos, dejarse conducir por
sectores que la utilicen para imponer un programa político delirante muy por
encima de su naturaleza de movimiento social y de las tareas de la coyuntura, o
consolidarse como espacio social independiente, de movilización ciudadana, que
obligue a los actores democráticos y progresistas a concertar e impulsar un
programa de reformas y transformaciones para producir el cambio democrático. (El
Grillo)
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