TRES HERMANOS ASIDUOS A LAS FIESTAS CALLEJERAS CONTAGIARON A SU MADRE DE COVID Y AHORA ESTA GRAVE
Marta
Quéliz - Listín
Diario
“Te
puedo decir que, nosotros somos ‘caneros’, nos gusta salir a parrandear y ni el
Covid impidió que lo hiciéramos hasta hace una semana”. Este relato es de la
joven de 25 años que duró tres días de hospital en hospital para lograr que su
mamá fuera ingresada.
Finalmente
lo lograron. “Es que nadie puede tener una idea de todo lo que hemos pasado
desde que mi mamá se contagió. Y lo peor es que, los tres, especialmente, mi
hermano que me lleva un año, y yo, sabemos que es nuestra culpa, porque ella no
sale de la casa, le tiene terror a ese virus. Y nunca le hicimos caso, y mira
ahora, está al borde la muerte”. Esta parte la acongoja y decide callar un
poco.
Su
hermano Alfredo, el más pequeño de los tres, que tiene 21 años, no quiso
quedarse callado y aprovechó el silencio de Sonia para mandar un mensaje: “Yo
sé que las fiestas son buenas, que el teteo nos hace sentir bien, pero ninguno
de ustedes, los que siguen en eso, se imagina la impotencia que se siente
cuando ves a tu mamá en un estado tan delicado de salud y no encuentras dónde
internarla, ni siquiera teniendo el dinero para llevarla a cualquier clínica”.
A él también lo traiciona el llanto.
El
recorrido
Ya
más tranquila, Sonia cuenta sobre las vicisitudes que pasaron hasta lograr
internar a su mamá en Santiago. “Primero fuimos a cuatro clínicas privadas,
seguimos por Cedimat, la Plaza de la Salud, el Marcelino Vélez, Cecanot y dos
más que no recuerdo. Esto sin contar a todos los sitios que llamamos. Ha sido
de locura. Gente de la familia, amigos y relacionados nos ayudaban con las
llamadas, y nosotros ‘dando patas’. Mientras, a mami la teníamos en la casa con
una enfermera que nos ayudó, pero que nos decía que había que llevarla urgente
a un centro. Finalmente, un amigo de mi tía consiguió una cama en Santiago, y a
las 4:00 de la mañana arrancamos para acá, y aquí estamos”.
No
pudo decir de inmediato que estaban a la espera de lo peor, porque ya cuando
pudieron conseguir el internamiento, el estado de salud de la señora se había
deteriorado demasiado. Los tres hermanos se hicieron la prueba el martes, y
solo el mayor salió positivo. Solo tiene dolor en el cuerpo, y lo están
tratando en su residencia. También la muchacha que le ayuda con los quehaceres
de la casa se la hizo y salió con el virus, pero asintomática.
La
culpa
Otro
drama que entristece a Sonia es que su hermano mayor, el que salió con Covid,
se siente muy apenado por entender que fue él quien contagió a su mamá.
“Después
de todo esto, entiendo que los tres debemos buscar ayuda porque hemos sido muy
irresponsables. De hecho, hay gente que no nos ayudó porque en varias ocasiones
nos decían que protegiéramos a mami y no lo hicimos”, cuenta.
Su
papá vive en otra casa y se ha mantenido bien de salud, pero ellos los tres
viven con la madre, a quien entienden le han tronchado la vida.
“Solo
esperamos un milagro que salve a mami, para que viva y para nosotros no cargar
con esa culpa. Tal vez es tarde, pero pido a los jóvenes que por favor se
alejen de las fiestas y del famoso teteo”, concluye.
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