Voces y ecos:
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
La estructura vial construida al lado del puente Duarte, para ampliarlo, lleva por nombre Presidente Juan Bosch, conforme a una ley votada por el Congreso Nacional y promulgada por el presidente Hipólito Mejía el ocho de mayo de 2002. Pero el presidente del Instituto Duartiano no comulga con esa disposición.
Wilson Gómez Ramírez
considera que tal designación podrá ser legal, pero no justa. Lo que no le
gusta al jurista es que un puente paralelo al Duarte lleve el nombre de otra
persona que no sea el fundador de la República. Bosch y Juan Pablo Duarte
estarían al mismo nivel de valoración. Y así no puede ser.
El doctor Gómez
sostiene que se trata de un solo puente, que el propósito de la obra ha sido ampliar
el viejo puente Duarte, duplicarlo, para solucionar el problema del
congestionamiento. El Duarte viejo fue construido en 1955 y ya resultaba
insuficiente para comunicar a Santo Domingo con la región Este del país.
El nuevo puente,
iniciado en 1998, se diseñó y ejecutó procurando similitud y armonía con el
viejo y se buscó acercarlos en la altura de las torres y otros detalles, entre
ellos la dirección de los carriles. El viejo puente Duarte cuenta con cuatro
carriles que corren Oeste-Este a los que se suma un carril de la nueva
estructura.
Para que estén
parejos, el puente Juan Bosch dispone de cinco carriles que se transitan
Este-Oeste. Gómez ha dicho a esta columna que la idea inicial era que solo el
carril expreso (Oeste-Este) del puente nuevo se llamase Juan Bosch. La ley que lo nombra fue promulgada seis
meses después de inaugurar la obra.
La ley 71-02
establece que: “Se designa con el nombre de Puente Presidente Juan Bosch la
edificación del mismo tipo que, paralela al Puente Juan Pablo Duarte y sobre el
río Ozama, se ha construido para viabilizar el mejoramiento de la comunicación
entre el Distrito Nacional y la Provincia de Santo Domingo”.
“No es justo, aunque
fuera legal, es improcedente y exagerado equiparar a Juan Bosch con Juan Pablo
Duarte”. Eso expresa el presidente del Instituto Duartiano. Sugiere que otro
espacio público honre la memoria del destacado intelectual y líder político.
Que el Duarte sea un solo puente con un solo nombre.
El puente Mella, también sobre el Ozama, está compuesto de dos estructuras, construidas con más de 15 años de diferencia. Este hecho robustece los argumentos de Gómez Ramírez para reclamar que el Duarte es un solo puente y que solo le corresponde un nombre. Me luce que el magistrado tiene razón.
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