El Cañero

12 de octubre de 2018

Vino suizo mezcla de tradición y pasión


Por Helen James, texto y fotos
Suiza.- El vino orgánico gana popularidad. En Suiza, algunos viticultores como Jean-Denis Perrochet combinan el gusto por lo ecológico con los procesos tradicionales que han utilizado sus familias a través de generaciones.
Jean-Denis Perrochet se ha forjado un nombre con la elaboración de vino suizo biodinámico externo y por su apasionado compromiso en la promoción de la vitivinicultura ecológica. En 2012, él, su esposa y su hijo comenzaron a hacer vino biodinámico bajo la consideración de que es mejor para la salud y el medio ambiente.
En la propiedad vitícola de ‘La Maison Carrée’, situada en la comuna de Auvernier (Neuchâtel), cerca de la capital cantonal, el enólogo y su familia cosechan las uvas nativas Chasselas antes de que las temperaturas frías alcancen los viñedos.
Perrochet cuenta con los conocimientos de sus antepasados, los cuales comenzaron a elaborar vino en 1827. Sus procesos y equipos son los mismos que su familia ha utilizado a lo largo de siete generaciones.
El equipo incluye, por ejemplo, una vieja prensa vertical (que se muestra en esta galería) que funciona desde la fundación de la empresa y que es necesaria para una suave presión de las uvas Chasselas de Auvernier.
Cultivar el vino de manera tradicional y biodinámica es la pasión de Perrochet.
 “Desde 2012 practicamos la biodinámica sobre la totalidad de nuestra propiedad vitícola. La homeopatía, el trabajo bajo el respeto de los ritmos lunares y la aplicación en la viña de preparaciones a base de plantas son los elementos clave de nuestro enfoque”, reza la web externo de los Perrochet.
 “Aunque esta forma de hacer negocios no los hace más simple, sí los hace más emocionantes. Para nosotros, este camino es el futuro de nuestra tierra y su cultivo, de nuestras viñas y su mantenimiento”, agrega.
Vaso medio lleno
Suiza exporta solamente el 2% del total del vino que produce. El vino orgánico se mantiene como una industria nicho del país. Sin embargo, la creciente conciencia ambiental hace que el vino orgánico externo sea una opción más popular. Las ventas externo de vinos orgánicos en el comercio minorista crecieron un 8,4% en 2017 y alcanzaron un valor de aproximadamente 36 millones de francos.
La familia Perrochet produce alrededor de 70 000 botellas por año. Un 50% de sus ventas se realizan en el cantón de Neuchâtel, el 30% en la parte de habla alemana de Suiza y el 20% en la de expresión francesa. Exportan 1-2% a Japón, Estados Unidos y Escandinavia.

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