LITERATURA
Un detalle del retrato 'La Tirana', de Francisco de Goya. |
José María Martín Valverde escribe la historia de María
del Rosario Fernández
Tras casi un siglo de la prohibición del teatro en
Sevilla, Pablo Olavide funda una escuela dramática en donde se iniciará María
del Rosario Fernández. Su paso fue breve, ya que a los 15 años fue llamada por
los teatros de la Corte y se trasladó a Madrid, en donde se convirtió en la
gran actriz de la Ilustración y un mito erótico del siglo XVIII. La vida de
esta mujer fuerte y muy bien relacionada acaba de ser rescatada por José María
Martín Valverde, doctor en Ciencias del Espectáculo por la Universidad de
Sevilla, en su libro La Tirana (1755-1803).
Una actriz en la época de Carlos III', publicado por la
Fundación José Manuel Lara.
El libro no es sólo una biografía sobre una gran actriz,
sino, sobre todo, un recorrido por las costumbres sociales de la época y el
trasfondo económico e ideológico del teatro en la Ilustración, que era
considerado un asunto de Estado. "Los gobernantes comprendieron el valor
propagandístico de las tablas, y por eso iniciaron su reforma, que era un modo
de apropiarse de los escenarios", reconoce el profesor Álvarez Barrientos,
prologuista y presentador del libro. No hay que olvidar que el siglo XVIII es
una centuria pedagógica en la que había una preocupación real en el poder y en
los intelectuales por abrir la mente y educar al pueblo.
La Tirana, llamada así por ser la esposa del actor
Francisco Castellanos, apodado El Tirano por sus papeles dramáticos, se casó a
los 14 años en Sevilla. Al año siguiente se trasladó a Madrid para trabajar en
los teatros de los Reales Sitios (los cuatro palacios de la monarquía) y
después ya actuó con enorme éxito en los escenarios de la ciudad desde 1780 a
1793, cuando tuvo que retirarse (vomitó sangre en su última representación en
el teatro de la Cruz) por una complicada enfermedad.
Murió 10 años después, muy afectada por sus dolencias y
su complicada separación. "Rosario Fernández era una mujer independiente,
triunfadora y con dinero, algo que le causaría problemas personales e
institucionales, dado el papel de sumisión de la mujer al varón de aquella época",
señala Martín Valverde, quien añade que en ese siglo surgieron mujeres fuertes
y reivindicativas. "Las protagonistas de la segunda mitad del siglo XVIII
son mujeres activas y más varoniles que los hombres, cuya figura tiende a ser
delicada". Luego, con la llegada del Romanticismo, las mujeres pasaron a
ser objetos de adoración y sujetos pasivos.
La España actual se empieza a escribir en el siglo XVIII,
como reconocen los historiadores, y así lo comenta Martín Valverde, quien
señala que los toros y el teatro eran las diversiones populares, por lo que sus
grandes protagonistas se convertían en ídolos del público, "verdaderos
fans a los que había que complacer si no querías que te hundiesen los
estrenos", ironiza. La Tirana fue una de las figuras más importantes de su
tiempo, muy bien relacionada con escritores, intelectuales y políticos, a quien
Goya la pintaría en dos retratos al óleo.
Para esta amplia biografía y recorrido social y político
por la segunda mitad del siglo XVIII, el autor ha partido de un libro de Emilio
Cotarelo, quien, en el siglo XIX, dedicó varios estudios al teatro del
setecientos, además de consultar abundante documentación y mirar las notas de
prensa de los recién nacidos periódicos.
La Tirana fue un mito erótico de su tiempo, y se dice que
fue una de las amantes de Goya, algo que Martín Valverde niega. "Es cierto
que tuvo contactos con gente poderosa de su época, pero se ha exagerado mucho
sobre sus aventuras sexuales". Convertida en figura legendaria, la
literatura y el teatro le dedicaron atención posteriormente. Incluso existe una
película folclórica titulada La Tirana, interpretada por Carmen Sevilla, que,
curiosamente, según el autor del libro, no trata sobre Rosario Fernández.
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