Jovenel Moise |
Destelao.com.- Desde hace más de dos años, la lucha por la presidencia y gobernabilidad
de Haití ha sido un verdadero viacrucis, una situación política muy lastimera.
Ante el fracasado gobierno del estrafalario Presidente Michelle Martelly
y por el cúmulo de irregularidades en que se realizó, fue necesario anular (en
junio de 2016) las elecciones del 25 de
octubre del 2015. Luego tuvo que posponerse dichos comicios en tres diferentes
ocasiones, como consecuencia de la grave crisis política, inestabilidad social
y las feroces confrontaciones entre diversos sectores de las élites económicas
y clase política haitianas.
Aun cuando resultaron fallidas las
impugnaciones y protestas de tres
de los partidos (LAPEH, Familia Lavalá y Plataforma de los Hijos de Desalines)
que participaron en dichas elecciones, el Consejo Electoral Provisional (CEP)
declaró, definitivamente, ganador a Jovenel Moise, para quien deseamos éxitos
en sus ejecutorias como gobernante, a los fines de que el pueblo haitiano pueda
empezar a disfrutar de estabilidad política, paz social, democracia y a
enfrentar la enorme deuda social que lo tiene ubicado, desde hace varias
décadas, como el país más pobre de todo el
hemisferio occidental.
Las principales y urgentes tareas
que deberá acometer el gobierno de Jovenel Moise, desde nuestras ópticas, son:
a) Establecer como prioridad 1-A, desde el mismo acto de juramentación, la búsqueda del consenso para
conquistar la mayor unidad de acción que fuere posible con el sector
empresarial, el Congreso Nacional, los líderes de los partidos políticos y
dirigentes de las organizaciones de la sociedad civil más representativas. con
respecto al conjunto de medidas esenciales que, en forma impostergable, habrá
de implementar.
b) Ejecutar un conjunto de disposiciones para estimular a las medianas y
pequeñas empresas y crear condiciones atractivas para inversionistas
extranjeros con la finalidad de crear fuentes de empleos que permitan reducir
la alta tasa de desempleo y la creciente emigración de haitianos hacia otros
países.
c) Junto a las dos anteriores propuestas, debe empezar una labor ardua y
sistemática para superar el alto porcentaje de analfabetismo y el enorme
déficit en servicios hospitalarios para controlar las epidemias e insalubridad
que diezman la calidad de vida del pueblo haitiano.
d) Definir una política internacional que se diferencie de las
tradicionales actividades pedigüeñas, de
falsas denuncias contra la R. Dominicana y se proceda a renovar las
buenas relaciones diplomáticas y comerciales
que deben existir con nuestro país.
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