Los adolescentes y los millennials son mucho
menos receptivos a los anuncios y mucho más activos a la hora de bloquearlos. Con cada cambio generacional, la publicidad
va perdiendo efectividad y poder de convencer
puromarketing.com.- La publicidad ha sido uno de los recursos
tradicionales que las marcas han empleado para posicionar sus productos. Los
anuncios son tan antiguos como el consumo y, más o menos sofisticados, se
pueden encontrar en prácticamente cualquier lugar y cualquier soporte. Las
revistas ya incluían anuncios hace 100 y hace 200 años, reclamos para que los
lectores se hiciesen con ciertos productos. Y, por supuesto, a medida que han
ido apareciendo nuevos medios de comunicación los anuncios los han ido
conquistando, lo que ha creado un escenario en el que cada vez hay más
publicidad y más diversa. Los anuncios se han convertido en un elemento ubicuo.
Pero no solo el paso del tiempo y los nuevos
escenarios mediáticos han hecho evolucionar los anuncios y el cómo las marcas
se valen de ellos para posicionarse ante los consumidores, lo cierto es que
también han tenido un impacto directo sobre cómo ven esa publicidad los propios
consumidores. Se podría decir que, a medida que pasa el tiempo y a medida que
entran nuevas generaciones en las cuestiones de consumo, se produce un
movimiento en cómo se ven los anuncios y cómo se percibe la publicidad. Cada
generación parece más reacia a la publicidad que la anterior y parece que se
fía menos de los mensajes propagandísticos de las marcas de lo que se fiaba la
generación previa.
Se podría decir que hay una relación de causa
efecto o que al menos eso es lo que se puede determinar a primera vista y con
un primer análisis. Los consumidores más jóvenes están entrando ya en mundo con
muchísima más publicidad que las generaciones precedentes y, además, han ido
creciendo en ese entorno. Su exposición a los anuncios empezó en cierto modo
antes y de forma más brutal, lo que les ha hecho menos receptivos a la
publicidad. El exceso de anuncios les ha vacunado contra los mensajes de las
marcas.
Las cifras lo dejan
claro
La idea se puede sostener, además, echando
mano a las estadísticas. El uso de adblockers es muy superior entre los
consumidores de franjas de edad más bajas. Es decir, quienes están impulsando
el boom de los adblockers no son los baby boomers, por supuesto, sino más bien
los adolescentes y los millennials. Las estadísticas dejan claro que quienes
usan más los adblockers son los usuarios más jóvenes.
Según un estudio de Kantar TNS, los
millennials y los miembros de la Generación Z están por encima de la media
general de uso de adblockers. Los consumidores más jóvenes son así los más
activos a la hora de bloquear la publicidad, porque son quienes tienen una
tolerancia más baja a los mensajes de las marcas y, sobre todo, a la publicidad
intrusiva online. Incluso yendo a elementos más específicos, se pueden
encontrar muestras de cómo los jóvenes son reacios a consumir publicidad. Un
estudio más reciente concluía que la publicidad de YouTube, una de las
favoritas de las marcas para conectar con los millennials, no está realmente
llegando a esos consumidores. Los millennials se saltan los anuncios de YouTube
en cuanto pueden.
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