Colaboración: Manolo López
Por Bethania Ortega / 11 de Enero de 2017
Evangelina Rodríguez, una mujer que rompió los esquemas, y que supo
vivir una época muy adelantada, murió un día como hoy en San Pedro de Macorís,
sola, enferma y olvidada por todos.
Los esquemas de la época que le toco vivir, decía que las mujeres no se
convertían en médicos, en el mejor de los casos llegaban a ser enfermeras; Solo
algunos hombres tenían el privilegio de convertirse en profesionales y el deber
de las féminas era ser hacendosas amas de casa, madres y esposas.
Pero esta mujer no dejó que la detuvieran estos obstáculos e hizo lo
necesario para llevar a cabo su sueño: convertirse en doctora.
Andrea Evangelina Rodríguez era su nombre completo, sus orígenes son
bastantes humildes, nacida en la ciudad de Salvaleón de Higüey el 10 de
noviembre de 1879, aunque su niñez se desarrolló en San Pedro de Macorís.
Cuando finaliza sus estudios secundarios esta mujer tiene la osadía de
hacer algo que ninguna dominicana antes se había atrevido a hacer: ingresó a la
escuela de Medicina del Instituto Profesional en Santo Domingo y en 1911 para
ocho años más tarde recibir el anhelado título.
Es en París donde se especializa en Ginecología, Pediatría, Obstetricia
y Otorrinolaringología, áreas en las que se impartiría clases años más tarde.
Sin embargo, esta emprendedora dominicana no solo tenía inquietudes en
la ciencia, pues la sociedad y las letras también formaban parte de su vida,
siendo estas aptitudes las que le provocaron problemas con la férrea dictadura
de Rafael Leónidas Trujillo.
Por sus públicas críticas a las injusticias de esta era fue acosada,
perseguida, golpeada y encarcelada.
Este solo fue el principio de su fin, pues la marginación que vivió no
solo provocó la pérdida de sus pacientes sino que causó una grave enfermedad
mental que la llevó a deambular por las calles del Este vociferando consignas
contra el terror.
Su iniciativa social no solo se concentró en las injusticias sociales
también en temas relacionados con el rol de la mujer en la sociedad y la
discriminación de la que esta era víctima por ser de raza negra.
A su iniciativa se debe las clases de orientación sexual a estudiantes
del octavo grado, abogó por la creación del Día del Niño, el desayuno escolar,
zapato escolar, de la gota de leche y la fundación de varias instituciones
entre las que se destaca el Centro de protección a la infancia y a la
maternidad.
Su vida y legado le abrieron el camino a muchas dominicanas que hoy
pueden presumir de ser profesionales no solo en la medicina, también en
diferentes áreas laborales.
Sin duda alguna, Evangelina Rodríguez fue una de las más grandes mujeres
dominicanas.
Evangelina Rodríguez falleció el 11 de enero de 1947 en su país natal,
luego de varios días, en la que destacaron algunos episodios esquizofrénicos.
Fuente: http://www.conectate.com.do
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