El Cañero

30 de mayo de 2015

Senadores dúctiles y maleables

RAFAEL PERALTA ROMERO

Quizá  no sea la peor, pero la  inconsistencia es una característica notoria de la clase política dominicana. La consistencia se asocia con duración, estabilidad, solidez. Inconsistencia es lo contrario.  Hay un predominio de lo circunstancial que conduce a nuestros políticos  a cambiar  acciones y puntos de vista con extremada facilidad.
Por ejemplo, dieciocho senadores de los veintiuno  que votaron  el martes 26 en favor de modificar la Constitución  fueron miembros de la Asamblea que aprobó  la actual Carta Sustantiva, proclamada  hace apenas cinco años. El texto reformado en ese momento (la de 2002) contenía lo que enmendaron esos legisladores y que ahora quieren restablecer.
Fueron asambleístas en 2010: Cristina Lizardo, Reinaldo Pared Pérez, Juan Orlando Mercedes, Julio César Valentín, Euclides Sánchez,  Tommy Galán, Charles Mariotti, Amílcar Romero, Félix Vásquez, Luis René Canaán, Heinz Vieluf, Félix Nova, Rubén Darío Cruz, Adriano Sánchez Roa, Wilton  Guerrero, Rafael Calderón y Antonio Cruz Torres.
¿Hace cinco años tenían un punto de vista  diferente respecto de un asunto de tanta importancia política como es la repostulación del presidente de la República? No creo que  esta actitud pueda  obedecer solamente a cortedad de visión, sino que se relaciona con la condición de dúctil y maleable  que ostentan muchos políticos.
Para mayor asombro, los diez que en fugaz asomo de dignidad no aprobaron la reforma el martes en la tarde, ya el jueves en la mañana, es decir en menos de treinta horas,  cuando  el proyecto se conoció en segunda lectura, variaron su  decisión  y arrojaron  al retrete la fingida gallardía de horas antes. Sucumbieron como mantequilla en pan caliente.
Se dice que un  metal es dúctil cuando  admite grandes deformaciones mecánicas en frío sin llegar a romperse. Un hombre, o una mujer, marcado por esta calidad se torna acomodadizo, de blanda condición, condescendiente. Si es un político, tenderá  a las acciones coyunturales que  no se corresponden precisamente con el bien común.
La decisión del Senado agudiza el apuro del doctor Leonel Fernández, quien a contrapelo de una orden de su partido,  rechaza la alteración de la Constitución   con el único fin de permitir que el presidente Danilo Medina pueda optar por un nuevo período presidencial. Fernández  pudo repostularse en 2008 gracias a la reforma de 2002.
Luego, en 2010, Fernández propició una reforma constitucional cuyo principal objetivo era eliminar el “jamás”,  contenido en el artículo 49, que le impedía de por vida  ser candidato presidencial.  Es el modelo que quieren  reponer en favor de Medina. Pero a Fernández no le gusta. Quizá sea sincera su defensa de la Constitución que él armó y proclamó.

La maleabilidad la asumen los congresistas que firmaron ese texto y ahora lo quieren enmendar. En un cuerpo metálico, maleable es lo fácilmente deformable. En una persona,  significa fácil de convencer o persuadir. Por ejemplo, los legisladores -y el partido-  que hace  poco  suscribieron una Constitución y hoy la quieren  modificar. 

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