Lic. Pedro J. Diaz Ballester
Secretaria Ejecutiva de la CEPAL participó en conferencia de alto nivel organizada por la UNCTAD y las misiones permanentes de Bielorrusia y Barbados ante la sede de las Naciones Unidas en Ginebra.
La
cooperación interregional es fundamental para alcanzar los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) y abordar los difíciles desafíos que enfrenta el
mundo actualmente, señaló hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante un evento
internacional de alto nivel organizado por la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y las misiones permanentes de
Bielorrusia y Barbados ante la sede de las Naciones Unidas en Ginebra.
El
encuentro, titulado “Aprovechar la integración interregional para el logro de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, reunió a autoridades como Sergey
Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia; Vladimir Makei, Ministro de
Relaciones Exteriores de Bielorrusia; Jerome Xavier Walcott, Ministro de
Relaciones Exteriores y Comercio Exterior de Barbados; Isabelle Durant,
Secretaria General en funciones de la UNCTAD; Ngozi Okonjo-Iweala, Directora
General de la Organización Mundial de Comercio (OMC); y las Secretarias
Ejecutivas de las cinco comisiones regionales de la ONU: Alicia Bárcena
(CEPAL), Olga Algayerova (Comisión Económica para Europa, CEPE-UNECE), Armida
Salsiah Alisjahbana (Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico,
CESPAP), Rola Dashti (Comisión Económica y Social para Asia Occidental, CESPAO)
y Vera Songwe (Comisión Económica para África, CEPA), entre otras
personalidades.
En
su intervención durante el panel “Regional integration for a stronger
multilateral economic system, tackling the COVID 19 challenges, and attaining
the SDGs – experience and contribution of the international organizations”,
Alicia Bárcena señaló que una cooperación interregional fortalecida, no solo en
economía sino también en otras materias, sería un gran impulso para el
cumplimiento de los ODS.
Recordó
que la pandemia del COVID-19 ha tenido y sigue teniendo un efecto devastador en
América Latina y el Caribe, con una caída de su producto interno bruto (PIB) de
-7,1% en 2020, un fuerte aumento de la pobreza y un marcado deterioro de todos
los indicadores sociales.
“Por
lo tanto, la recuperación económica es esencial, pero no cualquier tipo de
recuperación. Necesitamos una recuperación transformadora que sea más verde,
más inclusiva y que ponga a la región en la senda del desarrollo sostenible.
Debemos romper con la histórica dependencia de la región de las exportaciones
de productos básicos, y promover nuevas actividades económicas que sean más
intensivas en conocimiento, que creen más y mejores trabajos, y tengan una
menor huella ambiental”, declaró.
La
Secretaria Ejecutiva de la CEPAL advirtió que existe preocupación por la
constante erosión del comercio intrarregional durante la última década:
mientras en 2008 alcanzó su nivel máximo, 22%, en 2020 fue de solo 12%, el más
bajo en el mundo. “Es esencial revertir la desintegración comercial y
productiva de la región de América Latina y el Caribe para promover su
recuperación y avanzar hacia un modelo de desarrollo más inclusivo y
sostenible. Necesitamos generar motores de crecimiento internos a través de la
industrialización y la reducción de la vulnerabilidad a los choques externos”,
enfatizó.
Bárcena
presentó dos propuestas en este sentido. La primera es el llamado a que la
diversificación productiva se aleje de los productos básicos, de la
primarización, y agregue valor a través de la innovación y la tecnología, con
cadenas de valor de suministros que nos permitan integrarnos de mejor manera a
los mercados mundiales.
La
segunda propuesta es fomentar la integración productiva intrarregional y el
comercio y la inversión interregional entre, por ejemplo, Asia Pacífico y
América Latina y el Caribe, o entre América del Norte y América Latina y el
Caribe. “China, por ejemplo, es el primer socio comercial para América del Sur;
por eso debemos sacar provecho también del acuerdo de libre comercio entre
Canadá, Estados Unidos y México para la ubicación de proveedores en países más
cercanos al mercado objetivo (nearshoring) y la relocalización de procesos
productivos y tecnológicos estratégicos al país de origen (reshoring)”,
explicó.
“Existe
un enorme potencial para el intercambio de conocimientos y experiencias a nivel
interregional e intrarregional, tanto en el marco de las instituciones de
integración económica de América Latina y el Caribe como desde esta región
hacia el resto del mundo”, insistió Alicia Bárcena.
Resaltó
también el caso de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que se han visto
seriamente afectadas por la caída en el comercio intrarregional, especialmente
en el Caribe, en donde el comercio y la integración regional son cruciales para
alcanzar los ODS. “Se necesita generar una transformación estructural
pos-COVID-19 basada en el comercio y la integración. Con sus 650 millones de habitantes,
el mercado de América Latina y el Caribe es un activo estratégico con gran
potencial inexplorado. Por lo tanto, los países deben trabajar juntos para
atraer inversión extranjera directa (IED) y mejorar la infraestructura
regional”, dijo.
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